periodistaschapo2

Cosecha Roja.-

El diario Noroeste de Sinaloa (México) denunció que el domingo, durante el intento de una segunda manifestación a favor de El Chapo Guzmán, la policía agredió a tres periodistas y destruyó cámaras. Apuestan a que fue la concreción de las amenazas telefónicas que recibieron la semana pasada, cuando indagaban en los nexos entre policías municipales y el círculo de protección del capo narco detenido el 22 de febrero. También hubo 40 detenidos y disparos, que aún no se confirmó de dónde provenían.

Los disturbios fueron durante el principio de la segunda movilización pro Guzmán en Culiacán y Gamúchil, que fue dispersada violentamente. Había, aproximadamente, 150 personas. Entre ellas, un periodista del Noroeste: “Al menos 15 agentes de la Municipal, la Ministerial del Estado y de la policía Élite se abalanzaron sobre él. Lo aventaron al suelo boca abajo, lo esposaron, le cubrieron la cabeza con una bolsa de plástico, lo patearon en la cabeza, costillas y piernas; quebraron su cámara fotográfica y se la llevaron. Luego lo liberaron”, relataron desde el periódico. “La Cero Tolerancia se hizo presente pero no para los delincuentes, sino para los periodistas”, agregaron.

“Los policías no debieron haber acudido armados a la manifestación del domingo ni actuar agresivamente”, dijo al Noreste el Coordinador General del Gabinete de Seguridad, Moisés Melo García. “Téngalo por seguro que nos va a servir para mejorar su adiestramiento, su equipamiento para tener una mejor forma de actuar”, agregó. Ahora, están haciendo pruebas a los policías para averiguar si fueron ellos quienes dispararon.

El periódico pidió vía redes sociales información sobre la marcha:

 Dibujo

Luego, subieron un video compilando lo que recibieron.

 

A la primera movilización a favor de El Chapo, el 26 de febrero, habían asistido mil personas con vinchas, remeras y carteles: “I love Chapo”; “Chapo, hazme un hijo”, “Libertad al héroe sinaloense”. Sus defensores piden un juicio justo y la no extradición.

La persecución al periódico Noroeste había comenzado tras la detención de Guzmán porque habían empezado a investigar la conexión entre la policía y la red narco. “Te estoy pidiendo que ya no subas notas. Déjate de eso. Puta madre”, escucharon en el teléfono. Tampoco era la primera vez que recibían llamados intimidatorios. En los últimos años, Noroeste sufrió robos, ataques e incluso disparos al edificio. Por el momento, ninguna de las denuncias hechas tuvo respuesta de las autoridades locales.