EstebanRetamarNehuenCosecha Roja.-

“Pueden cruzar en rojo, pueden ir rápido pero tienen que poner la sirena: nadie es adivino”, dijo a Cosecha Roja Roxana Cainzos, la mamá de Nehuén. Hoy se cumplen seis meses del día en que un patrullero de la Policía Metropolitana chocó y mató a su hijo de 18 años que iba en moto por La Boca. La versión del policía que manejaba es que iban a 37 kilómetros por hora. Los testigos dijeron que pasaron rapidísimo: al cuerpo de Nehuén lo arrastraron 23 metros.

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El 15 de diciembre del año pasado Huracán goleó a Atlético de Tucumán por 4 a 1 en Mendoza y volvió a primera división. Pasadas las 12 de la noche Nehuén salió de su casa en La Boca hacia lo de un amigo para festejar el ascenso de su equipo. Se subió a su moto Gilera y anduvo por la calle Brandsen hacia Parque Patricios. Cuando llegó a la esquina de Ramón Carillo avanzó porque tenía luz verde. Ahí lo impactó el patrullero. “Lo quieren hacer pasar como un accidente de tránsito más y cansarnos en la Justicia, pero no lo van a lograr”, dijo Roxana.

Después del accidente la familia de Nehuén quedó paralizada, no sabían qué hacer. Nunca habían tenido un abogado. No conocían a ninguno. Pero los compañeros del secundario de su hijo los fueron a levantar: “Hagamos algo”, les dijeron. Entonces salieron a pegar carteles en la calle con la foto de Nehuén, la historia y un pedido: “Si alguien vio o escuchó algo, que nos llame”. Así fue como consiguieron cuatro testigos que se animan a declarar. “Vieron al patrullero a toda velocidad. Oyeron el estruendo, una explosión pero nunca una sirena”, contó Roxana.

Nehuén acababa de terminar el secundario. Diez días antes le habían entregado el diploma de bachiller y quería estudiar Seguridad e Higiene. Hacía teatro en el Centro Cultural San Martín y con el grupo Catalinas Sur, y había jugado en las inferiores de Huracán hasta el año anterior. Tenía tres hermanos (una de 8, otra de 23 y uno de 24) y trabajaba haciendo delivery de pizza con la moto.

Ahora saben lo que es tener un abogado: Patricio Gaynor se hizo cargo de la causa, caratulada como “homicidio culposo”, radicada en el Juzgado Criminal de Instrucción 4 de la CABA y a cargo del fiscal Marcelo Retes. Roxana pidió una nueva pericia y le entregaron la misma del principio: una de la Policía Federal que dice que como le dieron intervención recién a las 4 de la mañana, los vehículos ya habían sido cambiados de lugar y no se puede determinar qué pasó. “El Jefe de Gobierno Mauricio Macri vive publicitando que los patrulleros de la Metropolitana tienen GPS pero aquí justo dicen que no había. Queremos que aparezca: esto es una burla a la familia”, dijo Roxana.

La mamá se enteró del crimen de Nehuén a la una y media de la mañana, cuando su hijo ya estaba en el Hospital Argerich. Allá también la trataron mal: “Me dijeron que si mi hijo hubiera usado casco, esto no pasaba. Pero es mentira: Nehuén tenía el casco puesto y quedó demostrado en las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona”, contó. Hoy ella, familiares y amigos se concentraron en Avenida Patricios al 1100, en la puerta del Ministerio de Seguridad y Justicia de CABA.

Los legisladores porteños José Cruz Campagnoli y Pablo Ferreyra hicieron un pedido de informe sobre los dos oficiales que atropellaron a Nehuén. Lo mismo hicieron cuando se conoció que, en febrero, a Roberto Claudio, un pibe de 16, lo mató un policía metropolitano. A fines de mayo la Justicia condenó a perpetua al primer agente de la fuerza porteña por ejecutar a un joven en el suelo.

FOTO: Facebook

[Nota publicada el 15/6/2015]