conferencia

Cosecha Roja.-

“¿Se pueden pensar las noticias policiales por fuera de la cultura? ¿O se las debe transformar operando desde y para la cultura?” Estas y otras preguntas circularon en un debate en la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, donde el tratamiento mediático que tuvo el caso de las hermanas Jara resultó paradigmático.

Ailén y Marina Jara fueron condenadas a dos años y un mes, el mismo tiempo que estuvieron en prisión preventiva por defenderse de un vecino que las acosaba. “Su caso es significativo porque tiene todos los componentes típicos de abuso: jóvenes, pobres y vulnerables”, dijo Eugenia Lara de la FOB (Federación de Organizaciones de Base). “El mensaje parece ser que si te defendés terminás encerrada”, agregó.

Después de pasar dos años detenidas por una causa caratulada como “tentativa de homicidio” las Jara recién fueron noticia en algunos medios cuando llegó la hora de la sentencia. Para Ernestina Arias, periodista de la agencia ANRED, aquello que marca la agenda en algunos medios es la truculencia de los hechos y no la verdad: “Hicimos un tratamiento del caso como violencia de género desde el primer día y para eso tuvimos que concientizar primero qué significa el término”.

María Florencia Alcaraz, de Cosecha Roja, fue una de las periodistas que siguió el caso Jara de cerca desde el comienzo. Ayer habló de la carencia informativa de algunos medios que se interesaron en el caso cuando se leyó la sentencia. ”Se me acercaban durante el juicio para preguntarme cuál era Ailén y cuál Marina siendo un caso que ya tenía dos años”. Alcaraz aconsejó utilizar el manual elaborado por la Red Par “El delito de trata de personas. Su abordaje periodistico” y los informes elaborados por ELA, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, a la hora de cubrir casos de violencia de género.

La académica del Área de Comunicación, Géneros y Sexualidad Carolina Spartaro planteó que en las investigaciones de violencia mediática que se realizaban en la UBA por lo general se criticaba el abordaje sexista y se demandaba una sanción a los que ejercen las infracciones, exigiendo un modelo sano de representación. Spartaro reflexionó: ¿cuál sería un modelo sano de representación progresista de la mujer en los medios? ¿A través de la censura y las multas o de la educación? “Porque si bien algunos medios producen basura, hay una sociedad que la consume”.

Romina Amor, representante de la Campaña Nacional de Violencias hacia las Mujeres, remarcó la diferencia entre la ley 26.485 que habla de la violencia simbólica y mediática y la Ley de medios: “cuando se sancionó a Showmatch por tres millones de pesos por mostrar a una menor desnuda, no vino del lado de la ley 26.485, sino de la Ley de medios. Si bien se multa la acción, todavía la sociedad no logra concientizar lo violento de una imagen.

Este debate fue organizado por la organización universitaria Cauce en el marco de la “Semana Degenerando”, que propone una serie de actividades para discutir cuestiones de género.