El Espectador.-
La captura de Diego Pérez Henao, alias ‘Diego Rastrojo’, “es uno de los resultados más significantes de la historia de Venezuela en lo que se refiere a la lucha contra las mafias, contra las organizaciones criminales dedicadas al tráfico ilícito de droga”, tal como lo aseguró el ministro del Interior del país bolivariano, Tareck el Aissami.
No es la primera vez que un capo colombiano es hallado en la nación vecina. La captura del hombre que tenía a su mando a 800 sicarios conocidos como el ejército de los Rastrojos no hace sino confirmar que la República Bolivariana es un destino común para las cabezas del narcotráfico en Colombia.
Desde 2008 se vienen destapando historias de capos al otro lado de la frontera. Ese año fue asesinado en Mérida Wílber Varela, alias ‘Jabón’. Luego vinieron las capturas en 2010 de Carlos Rentería Mantilla, alias ‘Beto Rentería’, en Caracas; y la de Maximiliano Bonilla, alias ‘Valenciano’ en noviembre de 2011.
Con la captura de Héctor Germán Buitrago Parada, alias ‘Martín Llanos’, hace cuatro meses, se cerraba la lista de las más importantes figuras de la criminalidad colombiana que han optado por esconderse en Venezuela.
‘Llanos’ era un histórico de las Autodefensas Campesinas del Casanare, una facción paramilitar que en su guerra contra el Bloque Centauros dejó una estela de muerte en los Llanos Orientales que se calcula en unos 3.000 muertos.
Además de estos narcotraficantes, en septiembre de 2011 Venezuela había deportado a seis capos colombianos, y en septiembre de 2010 al paramilitar Óscar Ospino Pacheco, alias ‘Tolemaida’ y el narcotraficante Salomón Camacho, quien era uno de los 12 hombres más buscados por las autoridades colombianas.
Quizá el único ejemplo de dilación en este tipo de casos de cooperación es el de Julián Conrado, conocido como el “cantante de las Farc”, cuyo envío a Colombia se enredó porque Venezuela justificó errores en su petición de extradición.
El domingo se sumó a la lista de detenidos ‘Diego Rastrojo’, uno de los criminales más buscados de Colombia y América Latina. Su captura se logró a través de un operativo conjunto entre la Policía de Colombia y la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) de Venezuela, entidades que recibieron información del paradero del narco a cambio de una recompensa de US$5 millones.
Se anunció por parte de las autoridades que esta recompensa será pagada a dos colombianos que aportaron datos claves para la captura de ‘Rastrojo’, ocurrida el domingo en una finca en Barinas (Venezuela).
De acuerdo con la ONA, ya son 78 las capturas de este tipo concretadas por autoridades venezolanas en los últimos seis años. En 2011 fueron 21.
El general Roberto León Riaño, subdirector de la Policía Nacional, afirmó que ya van 36 cabecillas del primer nivel que han sido capturados en territorios extranjeros y que ‘Diego Rastrojo’ fue detenido junto a 10 hombres que le servían de escolta.
También aseguró que en su contra había una circular azul de Interpol por el delito de narcotráfico, por lo que tras su deportación a Colombia se evaluará su posible extradición a Estados Unidos.
El ministro El Aissami sostuvo que desde la finca en Barinas en donde fue detenido ‘Rastrojo’ se dirigían “operaciones importantes” de tráfico ilícito de drogas hacia algunas zonas de Cauca y Nariño, donde su organización tenía contactos con desmovilizados del Bloque Central Bolívar.
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