robles-cabralCosecha Roja.-

El domingo 13 de enero, en la zona rural de Vera, en el norte de la provincia de Santa Fe, la familia Robles volvía a su casa, ubicada en una estancia que cuidaban, a la altura del km 32 de la ruta 98. Juan Domingo Robles, de 40 años, iba al volante del Renault 12. Junto a él estaban su mujer, Argentina Gabriela Cabral, de 35, y sus tres hijos, de 14, 12 y 11 años.

Junto al portón de ingreso a la estancia esperaban escondidos dos hombres, armados con un revólver calibre .38 y una escopeta calibre .16 que habían robado de la casa de los Robles. Cuando Juan Domingo se detuvo junto al portón vio que el candado había sido violado. No tuvo tiempo de reaccionar. Un disparo de escopeta le dio en el pecho. Salió del auto, caminó unos diez metros y se desplomó. El que empuñaba el .38 se encargó de su mujer: le pegó tres tiros, uno de ellos en la cabeza. Los niños, inmóviles, observaron la escena.

Los asesinos escaparon en una moto que se llevaron de la casa de las víctimas. El chico de 14 años cargó a su padre en el asiento trasero del auto y manejó hasta el hospital de Vera. Al llegar, Juan Domingo había muerto. La mujer fue trasladada hasta un centro asistencial de la ciudad de Santa Fe, donde falleció tres días después.

La policía encontró la moto abandonada a la vera de un camino cercano. La hipótesis del robo quedó rápidamente descartada. En un principio, se relacionó el crimen con un caso de abuso sexual a un pariente del matrimonio Robles en el que están involucrados dos jóvenes. Con los días, otra hipótesis fue cobrando fuerza: una venganza por una acusación de Juan Domingo Robles contra dos muchachos en un caso de robo de caballos.

El 22 de enero, José Luis Sandoval, un amansador de caballos de 24 años, fue detenido por un robo a una estancia cerca de donde vivía la familia Robles. Cuando la policía allanó su casa, encontró la escopeta y la caja de cartuchos, un revólver calibre .38, dos cargadores de celulares –que el hijo del matrimonio reconoció que eran de su familia- y fotos de los Robles. A las pocas horas, el joven confesó su participación en el crimen y acusó a otro muchacho de su misma edad. También está detenido el remisero que traslado a los atacantes hasta la entrada de la estancia.

Ahora, la investigación está centrada en encontrar al otro asesino, también de 24 años. Para la policía, estaría escondido en la ciudad de Santa Fe. En estos días, se hicieron allanamientos en el barrio Yapeyú, en la zona noroeste de la ciudad. En ninguno de ellos se encontraron rastros del asesino.