Garay-Pigu

Por Cosecha Roja. –

Hugo Hernán el Pigu Garay tiene 32 años y ya está retirado. Buena parte de su vida fue un boxeador exitoso. A los 18 años se colgó la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Winnipeg. Al año siguiente boxeó en los Juegos Olímpicos de Sidney. Cuando cumplió 27 llegó lo más alto que podía llegar: fue campeón mundial mediopesado de la Asociación Mundial de Boxeo. Pero la vida del deportista es cruel. No importa cuánto esfuerzo se haya invertido para llegar a la cima:  el paso del tiempo se encarga de quitártelo todo. El 14 de octubre de 2011 el Luna Park se había vestido de gala para la vuelta con gloria del Pigu. En las gradas había, como en cada pelea suya, un grupo de barras de Tigre, el club de sus amores. La fiesta estaba preparada para Garay, pero Cesar Crenz le hizo besar la lona y con el knock out, Garay perdió la corona y se transformó en un tipo joven sin ocupación formal.

Un año después del retiro, luego de haber probado managers, entrenadores y rivales varios, y de anunciar que abandonaba definitivamente el pugilismo, Garay volvió a dar la nota. Hoy se confirmó lo que era apenas un rumor de pasillos: Pigu es uno de los prófugos por el asesinato de Alejandro Velázquez, el hincha de Tigre que murió después del enfrentamiento entre dos facciones de la barra que peleaban por el control de la tribuna.

Una fuente judicial confirmó que además de Garay, la orden de detención se extendería a otras 5 personas, todos miembros de la barra de Tigre. Entre los prófugos están Daniel Paz –conocido como el Negro Fiorucci, líder de la barra-, Abel Gallego Lavigna, Marcelo Pauleti, y uno conocido como Tripa y Tronco.

Según confirmó Gustavo Grabia en el diario Olé, además de ser hincha fanático de Tigre, desde su retiro Pigu es uno de los hombres más peligrosos de la popular del club de Victoria. Al menos eso cree Alejandro Musso, el fiscal que investiga el caso, que le apunta al exboxeador por ser el guardaespaldas personal de Fiorucci.  Musso cuenta con varios testimonios de personas que aseguran que Garay habría disparado en el enfrentamiento del 24 de febrero que dejó el saldo de ocho heridos y un muerto.

Mientras la justicia intenta determinar quiénes fueron los responsables de la balacera en la que murió Velázquez, este fin de semana Tigre enfrentará a San Lorenzo y solo habrá 1000 socios habilitados para comprar entradas y asistir al partido. Porque más allá de las balas, de la suerte del campeón, más allá de todo: el show debe continuar.