La semana pasada, nuestra columnista Miriam Maidana escribió una columna que empezaba diciendo: “Cualquier persona que considere que estamos “exagerando” pidiendo la aparición con vida de Santiago Maldonado puede borrarme de sus redes sociales sin problemas”. La divisoria de aguas en las redes sociales se volvió tan masiva como la pregunta #DondeEstáSantiago. El viernes, luego de la movilización y las detenciones, esa divisoria de aguas parece haberse trasladado a las calles.  Aquí, seis ejemplos y una pregunta para pensar desde donde se fogonea este clima de época.

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1

– Los carteles por Santiago Maldonado aparecen en postes, vidrieras, bares, transportes públicos. Y en autos. “Un ser querido cometió un grave delito: pegó en el parabrisas de su auto un cartelito en el que pide la aparición con vida de un ciudadano argentino. Por suerte, otro ciudadano argentino, puso las cosas en su lugar: de incógnito, le tajeó las cubiertas” , escribió un usuario de Facebook. Gabriel le contestó: “Yo tengo un cartel en la luneta también, desde hace tres semanas. Ayer sábado por primera vez me gritaron algo en la calle: “ojalá que aparezca muerto!” Un tercer automovilista agregó: “El viernes fui batateado por 2 autos distintos… uno tachero… barbaridades y al ser (yo) morocho mas increpado aún”.

2

– Las acciones de solidaridad preguntando donde está Santiago Maldonado recorren el mundo. Esta, por ejemplo, se hizo en las calles de San Francisco, California:

3

– Uno de los bandoneonistas de la Fernandez Fierro contó la experiencia que tuvieron en un centro cultural municipal de Munro el sábado ante 500 personas. “El afiche que los convocaba era el mismo que usaban para todos los shows de tango, un dibujo de una pareja de bailarines, farolito y todos los cliches tangueros. Además mucha gente “grande” que sospechamos que no estuvo investigando en internet que es la Fernandez Fierro, sospechamos que estaban ahí porque era gratis, porque era cerca, porque era sábado, porque decía tango”.

“Pero no, la gente no se fue al segundo ni al cuarto tema, estábamos casi terminando el concierto y la gente seguía ahí, escuchando, hasta que dijimos éstas palabras: “Queremos que aparezca Santiago Maldonado”. La mitad de la gente, sin exagerar, se paró como si hubiera un resorte en las butacas y empezó a irse o a insultarnos, nos gritaban cosas como “ustedes rompieron todo y nosotros tenemos que pagarlo”, se armó una especie de estampida de gente, yéndose indignada y a las puteadas”.

“Quedamos perplejos y desesperanzados. Pero por suerte se acercó una persona para darnos ánimo, un funcionario del área de Cultura, y nos dijo: “Yo no estoy ni a favor ni en contra”. ¿Ni a favor ni en contra de qué? ¿De que desaparezca gente?”

4

– En Aeroparque, en cada vuelo que sale la Patagonia, los trabajadores de LATAM piden por Santiago Maldonado:

 

5

– “El otro día en una clase de la facultad de filosofía y letras”, contó Jazmín en las redes, “mi profesor llegó y escribió en el pizarrón: “los docentes también nos preguntamos donde está Santiago Maldonado”. Acto seguido, una compañera murmura un “Julio Lopez” y a los pocos minutos se levanta y se va”. “Mi hermana me contó lo mismo (o semejante) en un congreso de científicos el viernes 1 de septiembre”, contestó otra usuarias.

6

– Los Jaivas tocaron el sábado en la Usina Cultural. Le dedicaron el concierto a Santiago Maldonado:

“Hicieron un set de canciones de Violeta Parra”, contó Pablo en Facebook. “Aprovecharon para contar el amor que ella tenía por el pueblo mapuche (así lo llamaron, no apelaron al “araucano”), y en la sala hubo un silencio denso, la voz al mencionarlo adquirió otra vibración que todos registramos. Claro, antes en la platea habían colgado la bandera mapuche con fotos de Santiago, bajo una ovación y consignas. Pero esto fue el público. Ahora eran los músicos que respondían desde el escenario. Al terminar el concierto, de máxima calidad y caliente, dedicaron el concierto a Santiago Maldonado. En el hall, consignas, banderas, cantos, fotos de Santiago. Algo se está gestando. Ya no pueden esconderlo más. Donde vayas, va a estar presente”.

Una pregunta

¿Desde donde se fogonea ese clima de época que intenta desacreditar el reclamo? Después de la movilización del viernes, la periodista Ailin Bullentini entrevistó al hermano de Santiago Maldonado para el diario Página 12.  Allí, Sergio Maldonado contó las maniobras y presiones oficiales que vienen soportando: pruebas y noticias falsas, declaraciones ofensivas de los funcionarios, hipótesis que se difunden en los medios y no están en el expediente, etc. “¿Se imaginó alguna vez el poder de semejante aparato de difamación en contra de la búsqueda de Santiago?”, le preguntó la periodista.

“Sí. Si lo ponemos en contexto no es más que lo que se ve a diario”, respondió Maldonado. “Hay medios que nos ayudan, porque es la verdad. Pero hay otros que dicen cualquier cosa de manera permanente. Cosas que después muchas personas comparten por Facebook y Twitter y qué se yo. Incluso mi mamá compartió la primera nota que (Jorge) Lanata publicó en Clarín sobre la desaparición de Santiago, que decía barbaridades. Me enojé mucho con mi mamá por no tener cuidado de leer qué compartía, lo que dice cada texto o cada video o cada opinión. Ella pensaba que con compartir ayudaba a la búsqueda, ayudaba a que aparezca y quizá haya gente que cometa el mismo error por querer ayudar. Se dijo de todo: Que Santiago y nosotros somos parientes de la familia Vaca Narvaja, que es sobrino de Cristina (Fernández de Kirchner), que el kirchnerismo lo tiene secuestrado y que lo va a largar muerto. Yo lo único que pido es a los periodistas desde ya y también al resto: agarren el dato, chequéenlo. Internet sirve para chequear como herramienta. Verifiquen. No digan cualquier cosa ni compartan cualquier cosa”.