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Cosecha Roja.-

El acusado de triturar y tirar a la basura a la argentina Adriana Gioiosa es un completo desconocido para los vecinos del barrio La Sacedilla, en Madrid. La dueña de la casa en la que ambos vivían -la tía del joven- está desaparecida: la policía cree que el hombre de 32 años también la mató. Ahora está detenido con prisión preventiva por el crimen de Gioiosa. La Guardia Civil busca a todos los inquilinos, en especial mujeres, que hayan pasado en los últimos años por la casa porque sospechan que el acusado es un asesino serial.

Según el relato de los familiares, la dueña del departamento tiene Alzheimer y vive en una residencia hace años. El sobrino dijo que ella le cedió el departamento a través de un documento que incluía la posibilidad de alquilarlo. El papá del detenido contó que hace cuatro años la familia no tiene contacto con la dueña. La policía está investigando la desaparición de las dos mujeres y quieren cotejar las denuncias de desaparecidas por la zona para ver si cuadran con el perfil de víctimas del detenido.

Los vecinos del barrio ubicado en Majadahonda, Madrid, aseguran el hombre de 32 años es el responsable del crimen de Adriana Gioiosa. Contaron a los medios que el presunto homicida tenía una picadora industrial en la planta baja de su casa y que pintó las paredes para tapar la sangre de la víctima. El hombre tenía problemas psicológicos y el hermano se suicidó hace unos años. La mujer que vive al lado del departamento de Gioiosa contó que un amigo lo vio cuando estaba tirando bolsas de basura sospechosas que agarraba con cuidado para que no se abrieran.

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Adriana Gioiosa llamaba todos los días a su familia en Argentina. Vivía en una habitación alquilada en Majadahonda hacía años. Pero un día cortó la comunicación telefónica: empezó a mandar Whatsapps, decía que se había ido de viaje y que no había ninguna novedad. A sus parientes les pareció sospechoso. El 30 de marzo fue al trabajo, pasó por la casa de la vecina para buscar una computadora portátil y nadie más supo de ella. El 6 de abril la familia la fue a buscar y, como no la encontraron, hicieron la denuncia.

La Guardia Civil contactó a todos los parientes para saber si la mujer de 55 años había vuelto a la Argentina, pero nadie la había visto. La policía fue a la casa en el barrio La Sacedilla y el propietario de la casa no los dejó pasar, volvieron con una orden del juez. Cuando entraron al lugar, el piso estaba cubierto de plásticos y había latas de pintura. “¿Estás pintando?”, le preguntaron los oficiales. Según las mismas fuentes, la mitad del departamento estaba recién pintado y en una de las habitaciones encontraron unas manchas de sangre y restos de dientes.

Durante los interrogatorios policiales el hombre se contradijo y tuvo imprecisiones en su relato. La policía lo detuvo y fue puesto a disposición judicial. Ahora los oficiales del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil buscan el cadáver de la mujer en los contenedores de la zona y en un basural de la ciudad madrileña de Pinto. El hermano de la mujer viajó a España para colaborar con la policía y facilitar el cotejo de las pruebas de ADN que hayan tomado en la vivienda.

Foto: Télam