El Tiempo.-

El torso hallado en un humedal de Fontibón estaba a 400 metros de la vivienda de Ruby.

Con claveles rojos y carteles que exigían pronta justicia, decenas de personas se concentraron este domingo en el parque central de Fontibón.

El motivo de la manifestación era pedir que las autoridades aclararan cuanto antes el caso de Ruby Serpa, una mujer de 44 años que al parecer fue descuartizada y arrojada a un humedal de la misma localidad.

A pesar de que no hay una evidencia científica que permita confirmar si el torso hallado el pasado domingo, a orillas del caño, corresponde al cuerpo de esta mujer, oriunda de Barrancabermeja, sus familiares sí están convencidos de esta fatal coincidencia.

Su desaparición

La última vez que Albeiro Serpa vio a su hermana con vida fue el pasado 30 de mayo, cuando la familia se reunió en el barrio Santa Isabel para compartir con otro familiar que estaba de visita en la capital del país.

“Al mediodía, ella se fue para su apartamento; después, pasaron tres días y ella no se comunicaba con nosotros; por eso decidimos ir a buscarla”, relató Albeiro.

Allí encontraron a su inquilino, un hombre de aproximadamente 30 años, quien les informó que Ruby había emprendido un viaje en camión con destino a la Costa, sin mayores explicaciones.

“Nosotros nos extrañamos porque ella no acostumbra viajar y menos sin avisar. Pero al pasar los días seguíamos sin saber de ella. Su inquilino nos decía que a él sí lo llamaba para reportarse sobre su paradero”, explicó su hermano.

Al respecto, Nelsy Serpa, otra de sus hermanas, agregó que el arrendatario se negó a entregarle a la familia el apartamento de Ruby. “Cuando por fin logramos entrar al apartamento, encontramos allí toda su ropa y objetos personales, como si nunca se hubiera ido de viaje. También sospechamos de un olor putrefacto que encontramos en la vivienda y el desorden en el que estaba viviendo”, recordó Nelsy consternada. El caso sigue en investigación.

Resultado de ADN será determinante en la investigación

El Instituto Nacional de Medicina Legal será la entidad que, basada en las pruebas de ADN, determinará si el torso encontrado el pasado domingo en un caño de Fontibón corresponde al de Ruby Serpa, una evidencia que, según las autoridades, puede tardar hasta 20 días en conocerse.

Mientras eso ocurre, la investigación por la desaparición de Ruby, de 44 años, está en manos del CTI de la Fiscalía.

La Policía confirmó que el inquilino de la víctima ya rindió su versión de los hechos, pero el sujeto no figura como sospechoso. Sin embargo, hay dudas sobre las versiones que ha entregado a los familiares.