Cosecha Roja.-

A raíz del video en el que se ve a efectivos de la policía salteña torturando a dos jóvenes con submarino seco y baldes de agua fría, el Ministro de Seguridad Eduardo Sylvester, dijo en una conferencia de prensa que se había presentado “personalmente junto al Jefe de Policía por orden expresa del Gobernador de la provincia y realizamos una denuncia penal en contra de los efectivos policiales que habrían cometido estos hechos ilícitos de agresiones físicas a detenidos”. Y aseguró que esa sería la forma de actuar del gobierno “en cada uno de los casos en los cuales nosotros detectemos que se produzca una actuación irregular por parte de la fuerza”. Cerrando la rueda de prensa, improvisada ayer luego de la publicidad viral del video, calificó a los involucrados como “delincuentes vestidos de policías” y aseguró que se trataba de casos aislados.  Sin embargo, no es la primera vez que la policía salteña se ve envuelta en escándalo. Aquí una breve recopilación de los últimos casos.

-El suicidio de Néstor Osvaldo Píccolo: el jueves 24 de noviembre, el jefe de Investigaciones de la policía de Salta abandonóla Brigada, caminó hasta el predio ubicado detrás dela Iglesia Nuestra Señora dela Consolación, y se pegó un tiro en la sien. La investigación fue caratulada como suicidio a pesar de que su viuda Liliana Plaza pidió que “se investigue si fue un asesinato” y contó que los subordinados de su esposo le habían advertido que “se tenía que cuidar”. Píccolo había sido premiado junto a otros 135 efectivos por la investigación en el asesinato de las turistas francesas, Cassandre Bouvier y Houria Moumni. Pero en el último tiempo, quería reabrir una línea de investigación que apuntaba a “los hijos del Poder”. En mayo pasado, la fiscal Correccional Nº 3, María Luján Sodero, confirmó que el resultado del estudio de parafina en la mano de Píccolo fue negativo. No sólo no había rastros de pólvora: era diestro y tenia un tiro en la parte izquierda del cabeza, y la trayectoria del proyectil era de arriba hacia abajo.

-El caso de Evangelina Pisco: la madrugada del 2 de mayo de 2010, Evangelina salió de un boliche bailable en Tartagal y cayó por accidente en un acueducto de Aguas del Norte que la empresa no había tapado.La Brigada de Investigaciones dijo que era un crimen de “pacto satánico” y que  la habían descuartizado sus amigos y primos. Antes de buscar el cuerpo,La Brigada consiguió la confesión de tres supuestos asesinos: tres jóvenes wichis que fueron torturadas y obligadas a firmar una declaración falsa.

-El caso de Romina Martínez: Romina vivía en Orán. Desapareció el 14 de octubre de 2011, sin llevar documentos. Estuvo desaparecida durante 22 días, mientras la policía ventilaba en los medios la versión de que estaba con su novio en Bolivia. El 4 de noviembre apareció muerta en un cañaveral del arroyo Zenta, a unos tres kilómetros de la ciudad. Las pericias indicaron que llevaba siete días sin vida, que tenía fractura de cráneo y de la caja torácica, a la vez que estimaron que la mujer había fallecido hacía siete días. Quien finalmente fue detenido por el crimen, había sido indicado como sospechoso por la familia de la joven desde el primer momento.

-El caso de Mirta Llanos: Fue asesinada el 2 de diciembre del 2010 en su casa del barrio santa Clara de Asís, por su esposo que era policía. El primer informe dictaminó que se trataba de un suicidio. Sin embargo el medico de bomberos, presente en la escena del crimen, insistió en que parecía un homicidio y exigió que lleven el cuerpo a la morgue. Después se determinó que Mirta había muerto estrangulada.

-El caso de Carolina Rueda: El 13 de mayo de 2012, un llamado anónimo alertó ala Policía de había una mujer sin vida sobre la ruta nacional34, a la altura de la finca Carancho, ubicada3 kilómetros al sur dela Ciudad Termal de Rosario dela Fronteras. El juez caratuló como muerte como accidente vial, pero cuando los familiares bañaron el cuerpo para el velatorio le hallaron puñaladas en el cuerpo.  Hace dos semanas,La Brigada de Investigaciones detuvo a Carlos Daniel Hernández, sospechado de ser el autor material del crimen.

-El caso de Ines Nita: Su partida de defunción decía que murió de un caro cardiorrespiratorio por bronco aspiración. No decía si había signos de violencia. A Inés la encontraron muerta al lado de su concubino el 18 de junio de este año. “Nosotros estamos probando que la destrozaron. Su familia es de Bolivia, habla en Quechua y son analfabetos. La policía dijo que había tomado vino y que por eso se murió de una bronco aspiración, pero le faltaban pedazos de cuero cabelludos y tenía golpes por todo el cuerpo.

-El caso de Marcela Mamani: Está desparecida desde el 16 de febrero de este año. No hay detenidos, ni una sola pista en la investigación judicial. Salió una noche de su casa, y no volvió más.