Germán AlmirónCosecha Roja.-

La jueza Alejandra Rodenas procesó al policía Germán Almirón, ex integrante de la División Judiciales de la Policía de Rosario. Lo acusa de extorsionar y cobrarle a la familia de Juan Domingo Ramírez, integrante de la banda Los Monos, para ayudarlo a fugarse de la Jefatura policial el 15 de enero. Ramírez, quien tenía pedido de captura,  fue atrapado por la la Policía Federal dos días atrás.

Almirón es el mismo policía que protagonizó las escuchas que salieron a la luz en marzo. Con esa prueba se lo acusó de planear el asesinato del juez Juan Carlos Vienna, el fiscal Guillermo Camporini y el comisario Luis Alberto Quevertoque. Cuatro meses después, el foco de la justicia se posó sobre la División Judiciales de la Policía y la jueza Rodenas, además, citó a indagatoria a Quevertoque.

“Pensalo tranquilo, meditá y mañana a la noche me decís si nos comemos el arroz con salchicha [Vienna] o nos comemos al bocón [Camporini]. Porque si yo me como al bocón, salchicha se va a pegar un susto bárbaro”, le decía Almirón a César Treves en la comunicación que salió a la luz en marzo.

Treves, alias “Ojudo”, estaba preso en la cárcel de Coronado por el homicidio del joven Gustavo Serra, baleado el 24 de noviembre de 2012 en una playa de estacionamiento del centro de Rosario y por una causa de narcotráfico: fue capturado en Villa Gálvez mientras conducía un auto con materia prima para la fabricación de cocaína.

Almirón está detenido desde febrero junto a otros dos oficiales. La mujer de Almirón dijo a Cosecha Roja que el hombre tiene 33 años, que están juntos desde hace 13 y que tienen dos hijos -de 14 y 8 años-. También insistió en que no tienen propiedades, que alquilan un departamento en el Barrio Echesortu, en el centro de Rosario, y que Germán no estaba el día de la fuga de Ramírez. “Esto es político, se usa para tapar lo que está pasando realmente”, dijo.

Una abogada de Rosario que lo conoce a Almirón dijo a Cosecha Roja que era un policía raso que se dedicaba a hacer el “contacto con la calle” y contrainteligencia: es decir, hacerse amigo del delincuente, sacarle info, hablar su idioma. La mujer confirmó la versión: “Siempre trabajó en la calle, conocía mucha gente con información y venía de la Brigada de Investigaciones. Por eso lo llamaron de la División de Judiciales. No tenía horarios, a veces trabajaba 8 horas, a veces 12, a veces tres días seguidos”.

Las escuchas fueron hechas por una causa anterior que tenía Almirón. Las ordenó el juez federal 3, Carlos Vera Barros, que investiga el encubrimiento de la banda de la Reina Quevedo, líder de una organización que compraba cocaína en Salta y la vendía en Rosario y en Funes. Ella fue detenida en febrero en Salta con 80 kilos de cocaína.

La jueza que procesó a Almirón investiga si el policía le pidió dinero a la esposa de Ramírez para dejarlo escapar. El integrante de la narcobanda “Los Monos” había sido detenido el 14 de enero pasado por el homicidio de Luciano Cáceres, un adolescente de 16 años asesinado frente a un búnker en abril de 2013. Ramírez estuvo nueve horas preso y luego escapó caminando de la jefatura policial. Los agentes que lo custodiaban dijeron que lo habían esposado de una sola mano a una escalera y que, tras zafarse de las esposas y golpear a uno de ellos, se escapó. La justicia presume que logró irse con la ayuda de Almirón.

La Policía Federal detuvo a Ramírez a 17 kilómetros de la ciudad de Goya, en Corrientes. Estaba en una vivienda precaria en la calle Sargento Cabral sin número, vivía con una mujer y salía poco. Es señalado como sicario y encargado de la comercialización en los bunkers de Los Monos. Tenía pedido de captura ordenado por el juez Vienna, quien procesó a 36 personas, entre ellas agentes de agentes de la División Judiciales de la Policía de Rosario. Luego de la detención, el hombre fue trasladado a la sede de la subdelegación Goya de la Policía Federal y se espera que declare en los Tribunales rosarinos.