Juan Pablo Robledo. Para Cosecha Roja.-
El miércoles pasado, en barrio Ludueña, en la zona Norte de Rosario, la militante social Mercedes Delgado murió al recibir un disparo en la espalda en medio de un enfrentamiento entre bandas narco. Al día siguiente, en el barrio Nuevo Alberdi, tres militantes del Movimiento Evita fueron heridos por un grupo de transas que buscaban vengarse de un ataque anterior. En la zona norte, los vecinos se movilizaron para pedir justicia y denunciar la complicidad de la policía con el narcotráfico.
El viernes 11, cerca de 300 personas se concentraron en el centro comunitario San Cayetano para marchar hasta la comisaría 12° y desembocar en la Plaza Pocho Lepratti. Reclamaron el esclarecimiento del asesinato de Mercedes Delgado y denunciaron las complicidades de la policía con el narcotráfico.
“Tenemos que vencer el miedo”, dijo uno de los manifestantes a través del megáfono. “Nos tenemos que unir todos los vecinos, nosotros somos muchos más que esos delincuentes. Justicia por Mercedes, basta de droga en nuestro barrio”.
Mientras la marcha avanzaba, los vecinos se iban sumando para unificar y hacer más fuerte el reclamo. Al llegar frente a la comisaría 12° ya había varias cuadras de personas. El documento leído por los organizadores apuntó contra el crecimiento del narcotráfico en el barrio y en toda la ciudad.
“Estar acá es un compromiso y los que estamos acá sabemos que es asumir riesgos”, dijo uno de los oradores. “Pero no más riesgos que asumieron nuestros compañeros, como Mercedes, Pocho Lepratti y muchos otros que trabajan para que este barrio se pueda vivir con dignidad. Que nuestro dolor no se trasforme en resentimiento ni odio, sino en fuerza para terminar con el narcotráfico, sabiendo que la pelea es dura”.
El padre Edgardo Montaldo, símbolo del barrio por su trabajo social dijo: “No tenemos que ser indiferentes cuando vemos a los pibes caer en la droga (…). Tenemos que sumarnos urgente contra todas las instituciones, las escuelas, los padres, el estado y todos los actores sociales para que esto cambie”.
La trabajadora social Mercedes Delgado tenía 50 años, seis hijos y una activa participación social en el barrio, escenario que la adoptó hace veinte años cuando llegó desde el norte de Santa Fe buscando una mejor vida.
La mujer trabajaba como costurera y dedicaba gran parte de su tiempo a la comunidad religiosa de base, donde funciona desde hace 28 años el centro comunitario “San Cayetano”, en uno de los barrios más castigados por la pobreza y la exclusión.
En la calurosa tarde del martes 8 de enero, Mercedes le pidió a su hijo de 14 años que saliera a hacer un mandado. Ella, al rato, escuchó algunos tiros cerca de su casa y salió a buscar al chico. Corrió unos 30 metros hasta el cruce de las calles Bielsa y Garzón. Los disparos cruzaban desde Garzón a Magallanes, muy cerca de dónde ella estaba. En segundos, volvió tras sus pasos y pensó que lo mejor era correr hacia el oeste, rumbo a otra calle lateral. Fue lo último que pudo hacer: una bala calibre 11.25 le perforó la espalda y se desplomó contra el piso. Según indicaron las pericias, la bala salió por la boca del estómago.
La mujer fue trasladada al hospital Centenario. Ingresó directamente al quirófano para ser operada de urgencia. Murió a las 3.30 del día siguiente.
“A Mercedes la mataron pibes del barrio, delincuentes que se criaron comiendo acá, en este comedor”, dijo unas de las compañeras de la mujer.
Los vecinos contaron que el tiroteo se produjo cerca de las 19. Se enfrentaron dos grupos de soldaditos de los búnker de venta de droga del barrio cercano al centro comunitario.
El asesinato es investigado por el juez de Instrucción en feria, Alejandro Negroni, y por el fiscal Carlos Covani. En la calle, trabajan agentes de la sección Homicidios y la comisaría 12ª, denunciada por los vecinos por amparar a los narcos.
Números marchados con sangre
El año pasado en el departamento Rosario hubo 182 homicidios dolosos, mientras que en el 2011 hubo 64. La mayoría de las víctimas fueron jóvenes menores de 30 años.
Desde 2007, la estadística anual de asesinatos en la ciudad aumenta exponencialmente: 113 en 2007; 121 en 2008; 130 en 2009; 126 en 2010; 164 en 2011. Entre 2007 y 2012, los crímenes aumentaron más de un 50 por ciento.
El número de muertes en ocasión de robo en el departamento Rosario durante el año pasado fue de un 12 por ciento de los casos. El porcentaje restante fue el resultado de conflictos intrafamiliares y víctimas de bandas que se disputan el terreno del narcotráfico en los barrios más pobres de la ciudad.
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