caniche

Rosario Marina. Cosecha Roja-. Rincón de los Sauces es un pueblo petrolero de 40 mil habitantes, y tiene una sola comisaría con computadoras sin acceso a redes sociales. Y un problema: el robo de caniches toy.

El subcomisario Julio Arraín cree que a través del Facebook de Estación Urbana, la radio local, se puede saber más. Él, dice, ahora se va a poner a investigar, y citará al periodista del diario Río Negro para que le explique formalmente todo lo que investigó -información de la que él no tiene noción-. Por el bloqueo que tienen las computadoras de la comisaría para las redes sociales, no puede ver las denuncias. Piensa que quizás los perros se pierden o se les escapan a los dueños. “Pero si es que se los roban lo voy a investigar”, dijo a Cosecha Roja.

“Cuando se pierde uno es muy raro que aparezca”, explicó Graciela, dueña de una caniche de nueve meses que cuida como oro. “Está permanentemente conmigo, a la calle sola nunca la he sacado”. La mujer está operada de cadera, pero cuando su perra le rasca la puerta la deja salir y se para a mirarla. Son sólo cinco minutos, y después la vuelve a entrar.

En la radio local dicen que tuvieron denuncias de setenta caniches o mini toy perdidos. Al subcomisario Arraín no le llegó ninguna de esas. En lo que va del mes sólo le figura una denuncia de este tipo, donde un vecino le baleó el perro al otro. En ese caso secuestraron el arma y llamaron al juez.

Cuando el periodista del diario Río Negro investigó el tema, recibió una oferta callejera para comprar un perro. Preguntó de dónde lo traían. Y, dice, resultó ser un hombre de ese pueblo que hace de facilitador, juntando información sobre en qué viviendas hay caniches. “La banda de los caniche”, como la llamó el periodista, estaría integrada por no más de cuatro personas.

Graciela sabe que el pueblo está lleno de carteles con fotos de caniches, algunos ofreciendo incluso dos mil pesos de recompensa. Casi el mismo precio que comprarse uno. Los afiches también dicen que denuncies si te están por vender un caniche robado. En la comisaría no ven esos carteles, creen que deben estar en Facebook, por eso se los pierden. Los vecinos dicen que hacen la denuncia, pero la policía no se toma el trabajo de buscar. En la única comisaría del pueblo hay dos jefes policiales que se turnan quince días cada uno para investigar todo: hurtos, violaciones, homicidios.

El domingo los vecinos detuvieron a dos jóvenes que iban en una moto con un bolso. Los hicieron bajar y descubrieron que llevaban dos caniches toy. “Les dieron una paliza tremenda”, contó Graciela.