Mientras miles y miles de mujeres mantenían el hashtag #AbortoLegal en trending topic, el tuitero @RealBrunoBauer posteaba un gif de una rubia arrodillada en escena de sexo oral con un musculoso. La leyenda que acompañaba al videíto decía algo así como que de esa manera podían evitarse los abortos.

El tuit desacompasado y el pedido de aborto legal vieron la luz, en paralelo a la reunión informativa sobre el proyecto de ley de interrupción del embarazo, que se llevó adelante en la Comisión de Salud en la Sala 5 del edificio del Anexo de la Cámara de Diputados. El encuentro fue convocado por la diputada Carolina Gaillard del FPV. “Es muy importante que este tema se debata en el marco del Congreso porque es un tema de agenda pública ya que se considera un delito y eso arroja muchísimas mujeres a la clandestinidad”, dijo al comenzar la reunión.

Los proyectos que se discutieron fueron tres: el Interrupción Voluntaria del Embarazo, de Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, el de la diputada Mayra Mendoza y el de Diana Conti.

“Es muy positivo que se haya hablado del tema en este ámbito pero no alcanza. También es positivo que tanto la presidenta de la Comisión de Familia, la diputada nacional Alejandra Martínez, de UCR-Cambiemos, y el presidente de la Comisión de Legislación General, diputado Daniel Lipovetzky por el PRO, se comprometieron a retomar la discusión en marzo. Esto es muy importante. Es un compromiso asumido”, dijo a Cosecha Roja la periodista Mariana Carbajal, que asistió en representación del CELS.

En la Sala 5 la discusión fue alentadoramente despareja. Hubo más a favor de la despenalización que en contra, incluso diputados y diputadas. “¿Alcanza? No. Desde hace muchos años, este debate en este ámbito es una reunión de poca jerarquía. Esta se da el último día del calendario legislativo en que se saca dictamen y ni siquiera nos reunimos para eso. Si esto es lo que el Congreso ofrece para evitar las muertes de abortos inseguros, es muy poco”, explicó Carbajal.

En 2014, hubo 19 chicas de entre 20 y 29 años y cinco de entre 15 y 19 muertas por abortos inseguros. Carbajal pregunta: “¿Quién se hace responsable por esas muertes? Yo hago responsables a los que no dejan debatir. Porque hablamos de políticas públicas, de salud pública, de Derechos Humanos. Y también de inequidad”.

Durante la reunión, Lipovetsky pidió permiso para retirarse: “Voy a dar quorum a otra reunión y vuelvo”, dijo. La ex diputada María José Lubertino le gritó: “Hoy te podes convertir en héroe”. A su turno, la médica psicoanalista Marta Rosenberg, miembro de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito fue clara: “Hay mucho enojo con cómo se está tratando este proyecto. El aborto es un derecho de las mujeres y de las personas que pueden gestar. De nadie más. Nadie quiere hacerse cargo de que las mujeres tienen personería para decidir sobre sus vidas”. Para el ex ministro de Salud, Ginés González García: “La mortalidad materna es uno de los peores indicadores desde lo sanitario y no lo hemos podido modificar”.

La periodista, escritora e e integrante del colectivo NiUnaMenos, Marta Dillon dijo: “Mientras hablamos hay mujeres abortando. Abortamos no sólo porque es un derecho sino porque es un poder. Y hay mujeres muriendo, por eso debemos llevar el debate al recinto. Porque el patriarcado cree que los cuerpos de las mujeres son suyos”.

Mario Sebastiani, obstetra e integrante del Comité de Bioética del Hospital Italiano, fue terminante: “Dicen que están a favor de la vida y tenemos la mortalidad materna más alta de Latinoamérica. ¿Qué significa que no tengamos cifras de abortos? Significa que el sistema de Salud Pública le dio la espalda a las mujeres. Acá fueron todos votados para hacer políticas públicas y eso es lo que la sociedad necesita. Las opiniones personales las deben dejar en su casa porque los que impiden la legalización del aborto son responsables de la muerte de las mujeres”.

Desde Amnistía Internacional, la abogada Mariela Belski, ​​c​elebró que ​se haya ​generado esa reunión informativa antes de finalizar el año. “Lo que lamentamos, dijo a Cosecha Roja, es que desde el inicio de la democracia y habiéndose presentado mas de 50 proyectos de ley la criminalización del aborto, no se haya debatido en el Congreso en una reunión formal. ​Hubo un compromiso de continuar conversando sobre este tema en el 2017 ye esperamos que así sea”. Explicó que despenalizar el aborto es un imperativo de derechos humanos. “Los estándares internacionales de derechos humanos son claros en que los Estados tienen la obligación de proteger los derechos a la vida, a la integridad física, a la autonomía y a la igualdad de mujeres. Para cumplir esta obligación, deben proveer todas las herramientas necesarias para que mujeres, jóvenes y adolescentes puedan evitar embarazos no deseados. Las mujeres tienen el derecho a decidir si quieren ser madres o no y cuándo quieren serlo. Así como el estado no pueden obligar a alguien a practicarse un aborto, no pueden amenazar con cárcel o penas a quienes lo practiquen; poniendo sus derechos en riesgo”.

Para Belski, despenalizar el aborto es un imperativo de igualdad porque afecta sólo a mujeres (niñas y adolescentes). “La penalización del aborto genera una política desigual hacia las mujeres. Organismos internacionales han comprobado empíricamente que las mujeres que mayor expuestas están a realizarse abortos inseguros son las mujeres de menores recursos. Este no es un dato menor”, dijo.

Por último aclaró que “Amnistía Internacional considera que sería una muestra de voluntad política y compromiso hacia los derechos humanos de las mujeres y niñas, que el Estado Argentino eliminara de su normativa, práctica y discurso, estereotipos tales como “toda mujer quiere y debe ser madre”; “hay que limitar la cantidad de hijos de las mujeres pobres o indígenas porque eso reproduce la pobreza”; “toda mujer embarazada debe llevar a término su embarazo sin importar sus circunstancias personales, su salud o incluso su vida”; “las adolescentes no pueden decidir sobre su sexualidad ni sobre si quieren o no ser madres”; “las niñas que quedan embarazadas producto de violencia sexual, deben llevar a término su embarazo”; “las mujeres que acuden al hospital con una emergencia obstétrica seguramente son culpables de habérsela provocado, especialmente si tienen escasos recursos”.

 

Foto: Facundo Nívolo