facebook (1)Cintia Alvea. Diario Los Andes-. A falta de pruebas concretas en la causa que investiga el homicidio de Ailén Brizuela, la adolescente de 13 años que apareció asesinada el 23 de abril de pasado cerca del barrio La Favorita, en el Gran Mendoza, el fiscal que investiga el hecho pidió colaboración a la oficina central de Facebook en búsqueda de pistas.

Así lo confirmó ayer el investigador, Gonzalo Nazar, quien dijo que se comunicó con la sede de la compañía para que les habilite el acceso a la cuenta de la niña. “Es una medida tendiente a conocer los movimientos de la joven hasta un mes antes de morir”, explicó.

“Queremos saber si mandó mensajes o si mantuvo una comunicación relevante para la causa”, agregó el fiscal que aventuró que a esa edad en muchos casos son más las charlas que los adolescente mantienen vía chat que con amigos o familiares personalmente.

La medida (poco común hasta la actualidad) surge por las pocas pruebas que hay en la investigación, confesaron los pesquisas.

El homicidio de Ailén desde un principio se presentó como un caso difícil.

La niña se mantuvo como desaparecida cinco días; su familia la vio por última vez la tarde del 19 de abril cuando salió de su casa rumbo a ver a una amiga. Días después se determinó que el cadáver que apareció el martes 23 en un descampado cercano al barrio La Favorita de Capital pertenecía a la joven.

La tarea para reconocerlo no fue fácil dado que habían pasado varios días de la muerte y por eso se realizó un análisis comparativo de ADN con la madre de la niña. Además se tuvo en cuenta la ropa que, según sus familiares denunciaron en la Oficina Fiscal 3, llevaba puesta el día de su desaparición. La necropsia determinó que la causa de muerte fue asfixia por ahorcamiento.

Una búsqueda difícil

A la dificultad de darle una identidad al cuerpo se sumó la tarea de encontrar quién o quiénes la habían asesinado.

Así fue como, indagando en el ámbito privado de Ailén, algunas de sus amigas declararon que la vieron por última vez con un joven llamado Cristian Coria (22). Cuando el joven se enteró de que estaba en la mira de la Justicia, se entregó junto con su abogada.

Este sospechoso fue el primer imputado por homicidio simple: sobre él pesa la versión de haber sido quien vio viva a Ailén por última vez. Las amigas de la adolescente dicen que él la llevó hasta un lugar determinado en su moto y que luego no la volvieron a ver.

Coria estuvo preso varias semanas pero recuperó su libertad aunque sigue imputado.

Junto con él están imputadas otras dos personas; una mujer llamada Susana Leiva (29) que estuvo presa y también recuperó su libertad y su novio, un joven que aún se mantiene prófugo de la Justicia ya que no tiene domicilio fijo, indicaron.

A ellos también los acusan las amigas de la víctima que dijeron que días previos al asesinato escucharon a Leiva amenazar a Ailén a causa de una supuesta relación con su novio.

Estos tres acusados están imputados y dos ya estuvieron frente al fiscal Nazar y dieron su declaración de cómo ocurrieron los hechos; sin embargo el testimonio de las amigas de la víctima no es considerado prueba suficiente como para mantenerlos entre rejas o llevarlos a juicio por lo que la causa parece caer. A menos que los investigadores encuentren pruebas en donde menos lo esperan: Facebook.