Cosecha Roja.-

El próximo domingo, Newell’s Old Boys y Rosario Central volverán a disputar un clásico rosarino después de casi tres años. La previa estuvo cargada de violencia. La sede de central fue atacada dos veces y la tienda oficial de Newell’s fue incendiada con bombas molotov. Los organizadores decidieron que el partido se juegue sin hinchada visitante y los presidentes de los clubes mantuvieron una reunión con el Ministro de Seguridad, quien les prometió un megaoperativo: 700 policías y un helicóptero que sobrevolará la zona.

La última vez que los dos equipos más importantes de Rosarios se vieron las caras fue en abril de 2010. Empate 1 a 1. Al mes siguiente, Central sufrió el cuarto descenso de su carrera. Una seguidilla de campañas frustradas mantuvo al equipo de Arroyito en la segunda división.

Un empresario armó dos amistosos. El gobierno provincial dijo que no podía garantizar a seguridad y propuso jugar el partido sin hinchada visitante.

El viernes 4 de enero, la sede del Cruce Alberdi de Rosario Central amaneció con los vidrios rotos y gomas prendidas fuegos en el frente. Cuatro días después, otra sede del club fue atacada. “Sin A no hay clásico”, decía una de las pintadas. Un claro mensaje de la hinchada rival.

“Este es el quinto ataque a una sede de Central que se produce en los últimos días –ya hubo a la de Cruce Alberdi, dos en Arroyo Seco y una en Granadero Baigorria–, justo cuando se discute si se juegan con público visitante los clásicos del 20 y el 27 de enero”, dijo en ese momento Javier Armentano, de la subcomisión de Cultura Canalla.

Hace dos días, alrededor de las 4 la madrugada, cuatro personas lanzaron bombas molotov contra la tienda oficial de Newell’s. El local se incendió por completo.

“Es más fácil organizar un Argentina-Inglaterra en las Islas Malvinas”, dijo el empresario organizador. Denunció que recibió más de 200 mensajes con amenazas. “No lo hago nunca más”, juró.

Ayer, los presidentes de los dos clubes se reunieron en Tribunales con el ministro de Seguridad, representantes del Municipio, la jueza Alejandra Rodenas y varios jefes policiales y terminaron de definir el operativo: habrá 500 efectivos en el estadio, otros 200 en diferentes puntos de la ciudad y un helicóptero sobrevolando la zona.