curaXimena Tordini. Infojus-. José Antonio Mercau está detenido en el mismo penal que Julio César Grassi. También es sacerdote. También está cumpliendo una condena por abuso sexual de menores. Y acaba de pedir el beneficio de las salidas transitorias.

Mercau tienen ahora 56 años. Desde mediados de los noventa dirigió el Hogar San Juan Diego de la parroquia Juan Bosco en el Talar de Pacheco, obispado de San Isidro, Partido de Tigre. Allí se alojaban niños, sobre todo varones, con problemas familiares y de pocos recursos. En general, eran chicos en situación de calle de entre 10 y 17 años a los que el sacerdote llevaba a la parroquia.
En 2005, uno de los chicos contó que el cura lo había abusado sexualmente. Cuando su testimonio circuló, otros chicos también empezaron a hablar de lo que habían vivido en el Hogar.
La investigación avanzó hasta que se constituyó una causa judicial en la que Mercau estuvo imputado por cuatro casos de corrupción reiterada de menores, dos hechos de abuso sexual agravado por acceso carnal reiterado, abuso sexual agravado por sometimiento sexual gravemente ultrajante, abuso sexual perpetrado en forma continuada y calificada por la condición de autor y convivencia preexistente con menores.
El cura estuvo detenido 15 días en una comisaría y luego pasó tres años en un monasterio benedictino en los Toldos hasta que el TOC 7 de San Isidro comprobó que Mercau no respetaba las condiciones de detención y lo trasladaron a la Unidad 41 de máxima seguridad del complejo penal de Campana que depende del Servicio Penitenciario Bonaerense.
El proceso penal duró seis años hasta que la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires indicó que había que iniciar el juicio oral. Entonces, la defensa de Mercau recurrió a la figura del juicio abreviado: el sacerdote reconoció haber abusado de los chicos y acordó una pena de 14 años por los cuatro casos de abusos de menores. La pena para un caso de abuso sexual agravado por la condición de tutor o de convivencia preexistente es de entre 8 y a 20 años. El juicio abreviado es un mecanismo en el que el acusado reconoce la autoría del delito como modo de acortar los tiempos judiciales. En este caso, la defensa de las víctimas de Mercau, considera que también se utilizó la figura para acortar la pena.
Mariana Zárate es abogada de los chicos víctimas del cura. Contó a Infojus Noticias que el hombre que reconoció ante el fiscal haber abusado de cuatro niños “sigue siendo sacerdote, no hubo un juicio canónico. Cuando le hicimos el planteo a la Diócesis de San Isidro nos dijeron que la sentencia tiene que estar firme para que haya un juicio canónico. Eso no es así siempre, pero en este caso es así a pesar de que hubo pruebas contundentes, el daño está acreditado”. La condena está apelada por la querella y también por la defensa. Por eso no está firme.
El 3 de octubre habrá una audiencia en el Tribunal Oral Criminal 7 de San Isidro para resolver el pedido de salidas transitorias. Para justificar su pedido Mercau aceptó por primera vez someterse a una pericia psiquiátrica. En ella afirmó que quiere volver a trabajar como cura.