Niñas madres: romantizar la violación

Un editorial de La Nación, titulado “Niñas madres con mayúscula”, marca la posición del diario contra el derecho al acceso a un aborto legal por causales. Y va más allá: reivindica un instinto maternal natural de toda mujer, niega derechos a las niñas y crea una imagen romántica de las violencias.

Niñas madres: romantizar la violación

Por Naimid Cirelli
01/02/2019

“Encarnado, corporizado, ese instinto vital de preservación arrasa con todo lo que se ha dicho y escrito desde una teoría reñida con el derecho a la vida”, escriben en un editorial del diario La Nación. Niñas de 11, 12, 13 y 14 años que pasaron por “situaciones no deseadas”(sic), pero “despliegan su instinto materno” y eso resulta “admirable y emocionante”. En este texto titulado “Niñas madres con mayúscula”, el diario marca su posición contra el derecho a acceso a un aborto legal por causales. Y va más allá: reivindica un instinto maternal natural de toda mujer, niega derechos a las niñas, crea una imagen romántica de las violencias. No le importan las niñas. Usa eufemismos para hablar de violación.   

“El editorial de La Nación es una apología a la violación”, dice a Cosecha Roja Patricia Rosemberg, médica generalista, militante feminista y  Directora de Maternidad e Infancia del Hospital Zerboni de Areco. “Se corre de foco que madres de 11 y 14 años son víctimas de abuso sexual. En el relato no existe ni violador ni violación. Lo que existe es un embarazo”. Para ella, el editorial arma una serie de fantasías de maternidad que proyecta en esas niñas. Un supuesto romance que se crea desde un escritorio. “Las personas que acompañamos a una mujer que fue víctima de un abuso sexual y quedó embarazada sabemos que ahí no hay romance sino sufrimiento. Imaginen si es una niña”.

“Admiración hacia las niñas madres, madrazas por cierto”, “un mensaje claro y esperanzador”, “admirable y emocionante”. El texto va creando una imagen romántica de una situación de violencia en un país donde nacen casi 3 mil bebés de niñas de 10 a 13 años, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Esta se basa en el “instinto maternal”.

“La sociedad necesita un instinto maternal, pero eso no significa que exista. El deseo de ser madre es una necesidad social que se construye, entre otras formas, con editoriales como esta”, dice  Débora Tajer. Ella es doctora en Psicología y está a cargo de la cátedra Introducción a los Estudios de Género de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires.

El concepto de instinto que utiliza ese diario es viejo, biologicista, que fue abandonado a más de 150 años por las ciencias sociales. “No somos un cúmulo de hormonas y condicionamientos que reacciona. Estamos atravesados por la cultura”, dice Ana Larriel, psicóloga. “No da igual en qué momento y condiciones se materna: no es lo mismo una niña que alguien que pudo elegir y desear un embarazo”.

Eligen relatar dos casos donde se enfrentan una madre y una niña en la decisión de continuar con el embarazo. “Están intentando crear una confusión sobre lo que pueden vivir una madre y su hija que atraviesan una situación tan compleja. Confunden ese momento con un supuesto instinto de la niña”, dice Tajer.

“El editorial se ancla en la supuesta frase que dijo una niña: “nadie me lo saca”. Pero proyecta lo que piensa. Les niñes son sujetos en desarrollo y es su derecho avanzar en ese proceso acompañados y protegidos. ¿Qué significa que una niña de 12 años diga esa frase?”, dice Larriel.

El rechazo en redes sociales fue generalizado. Las trabajadoras de prensa del diario repudiaron la editorial e impusieron el hashtag #NiñasNoMadres en Twitter. “El embarazo en la infancia no está vinculado al “instinto materno”, es abuso sexual y por lo tanto el embarazo es forzado. Los adultos (familia, Estado, instituciones) son responsables de proteger a las niñas y niños frente al abuso sexual”, contestó Unicef Argentina a la publicación de La Nación.

El diario bajó la nota de su home. La tribuna de doctrina ya marcó su posición.

Naimid Cirelli