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José Rodrigo Aréchiga controlaba la organización criminal Los Ántrax, un brazo violento del cártel de Sinaloa, y brindaba seguridad a ‘El Mayo’, según el Departamento del Tesoro de EU.

Con un nombre falso, José Rodrigo Aréchiga Gamboa abordó un avión que lo trasladaría de Sudamérica a Holanda, en diciembre de 2013.

A pesar de camuflarse bajo otra identidad, el hombre de entonces 33 años fue arrestado por la policía holandesa cuando la aeronave arribó al Aeropuerto Schiphol, de Ámsterdam, en los Países Bajos.

El originario de Culiacán, Sinaloa, estaba acusado por Estados Unidos de conspirar para distribuir e importar sustancias controladas.

El detenido era conocido como ‘El Chino Ántrax’, un importante operador de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, líder del cártel de Sinaloa tras la captura de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.

De acuerdo con un reporte del Departamento del Tesoro de EU, ‘El Chino Ántrax’ controlaba la organización criminal Los Ántrax, “un brazo extremadamente violento del cártel de Sinaloa”, además de jugar un papel importante en el tráfico internacional de drogas.

Los Ántrax, señala el reporte, brindan seguridad personal y protección a ‘El Mayo’ Zambada y a su familia, y son responsables de eliminar a los grupos rivales.

Antes de que la Marina capturara a ‘El Chapo’ Guzmán, ‘El Chino’ se encargaba del transporte y los “problemas logísticos” del capo.

Los Ántrax colaboraron con el cártel de Sinaloa para enfrentarse a la organización criminal de los hermanos Beltrán Leyva, tras la ruptura en 2008 de los dos cárteles.

En una cuenta de Twitter que presuntamente es de ‘El Chino Ántrax’ difunde fotografías donde aparece con armas, vestido de traje, delgado. Un hombre que gusta de autos, deportivos, yates y tenis con su sobrenombre marcado.

Cuatro meses después de la captura de ‘El Chino’, el 7 de mayo, un comando interceptó a su pareja sentimental, Yuriana Castillo Torres, de 23 años, cuando salía de un gimnasio hacia su camioneta.

La mujer fue hallada sin vida en un terreno baldío al día siguiente, en Culiacán. Según la Procuraduría estatal, el cuerpo estaba envuelto en una sábana blanca, tenía huellas de tortura y estaba atado de pies y manos.

Otra mujer que acaparó los reflectores tras el arresto de ‘El Chino’ fue Claudia Ochoa Félix, a quien en las redes sociales y algunos medios la bautizaron como “La Emperatriz de Los Ántrax” y la señalan como la persona que quedaría a cargo de la organización criminal.

Sin embargo, en una conferencia, la mujer negó liderar un grupo de sicarios.

“Les aviso que emprenderé demandas por daños al honor y demás delitos que resulten, de acuerdo a las leyes mexicanas y extranjeras. Ya que no es posible que por intereses económicos, al querer vender con sus notas periodísticas, mis hijos estén siendo sujetos de bullying, mi madre en zozobra, y yo totalmente devastada, intranquila y sin paz”, expuso.

El 28 de mayo, un tribunal holandés aprobó la extradición a Estados Unidos de ‘El Chino Ántrax’ para responder por la acusación de tráfico de drogas.

El 10 de julio, el presunto sicario fue extraditado a San Diego y el siguiente día presentado ante la Corte Federal del Distrito Sur de California.

Esposado de pies y manos, con la vestimenta anaranjada que identifica a los presos en EU, ‘El Chino’ se declaró no culpable por el delito de conspiración para distribuir e importar sustancias controladas ante la Corte estadunidense.