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Cosecha Roja.-

En enero de 2011, la Guardia Civil del aeropuerto de Barcelona encontró casi una tonelada de cocaína en un avión que había partido de Buenos Aires. Esta mañana, los pilotos argentinos Gustavo y Eduardo Juliá, hijos de un exjefe de la Fuerza Aérea durante el menemismo, fueron condenados en Barcelona a 13 años de prisión acusados de narcotráfico.

El avión Challenger 094 de la empresa “Medical Jet”, de los hermanos Juliá, aterrizó en el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, España, el 2 de enero de 2011. Había partido del aeropuerto de Morón, provincia de Buenos Aires, y había hecho escala en Cabo Verde, África.

Al pisar suelo español, la policía española subió al avión e descubrió que había 944 kilos de cocaína con una pureza del 83 por ciento. La droga, distribuída en 34 paquetes, estaba escondida en los tapizados y paneles de dos sofás cama y dos armarios.

Durante dos años, los hermanos –hijos del brigadier José Julia, jefe de la Fuerza Aérea durante el menemismo- estuvieron presos en una cárcel de máxima seguridad. Matías Miret, el tercer detenido en la causa, estuvo encerrado en una prisión modelo.

Esta mañana, después de un juicio oral que duró poco más de un mes, la Justicia catalana condenó a Gustavo y Eduardo Juliá a 13 años de cárcel y les impuso una multa de 100 millones de euros por tratarse de un delito contra la salud pública. Matías Miret fue absuelto. Según los jueces, participó del vuelo sin saber del negocio de los hermanos.