Misoprostol público, legal y gratuito de Santa Fe para todo el país

La Anmat le dio el visto bueno a la droga para abortar que el laboratorio estatal santafesino LIF fabrica desde 2018. Ahora podrá comercializarlo con otras provincias y con el gobierno nacional para la distribución gratuita en la salud pública. Es un paso clave en el acceso a la IVE.

Misoprostol público, legal y gratuito de Santa Fe para todo el país

Por Arlen Buchara
05/02/2021

El misoprostol fabricado por el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) Sociedad del Estado de Santa Fe recibió este jueves la noticia más esperada. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó la versión en comprimido vaginal del fármaco y de ahora en más el LIF podrá participar de las licitaciones públicas del Ministerio de Salud de la Nación.

Hasta el anuncio, el misoprostol santafesino, el único fabricado por un laboratorio estatal, sólo podía distribuirse dentro de la provincia y la venta a los ministerios de salud de otras jurisdicciones era a través de acuerdos entre gobiernos provinciales. Con este papel en mano, el fármaco del LIF podrá llegar sin problemas a todo el país.

El misoprostol es una droga en pastillas que la Organización Mundial de la salud declaró esencial para un aborto seguro y ambulatorio hasta la semana 12 de embarazo. Fue uno de los protagonistas del debate por la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo porque se calcula que el 80 por ciento de los abortos legales se harán con pastillas.

La producción pública del fármaco es clave en el acceso al aborto legal: no sólo porque permite al Estado tener soberanía y autonomía de los laboratorios privados sino porque baja los costos. Para los gobiernos comprar el miso del LIF les cuesta al menos un 65 por ciento menos que los fármacos que se venden en farmacias.

El Observatorio Nacional de Acceso al Misoprostol (MISObservatorio) reveló en un informe publicado el año pasado que el medicamento en farmacias aumentó “descomunalmente” un 1.280 por ciento entre 2015 y 2019, mientras que la inflación acumulada de ese período alcanzó menos de la cuarta parte: 287,2%. Con estos datos, estimaron que a junio de 2020 más de un millón de mujeres estuvieron privadas de acceder al misoprostol en el país.

Con la autorización de la Anmat Santa Fe podrá proveer y garantizar el abastecimiento en todas las provincias argentinas. La disposición fue publicada este jueves y autoriza al LIF a inscribir en el Registro de Especialidades Medicinales (REM) la especialidad medicinal de nombre comercial MISOPROSTOL LIF y nombre genérico MISOPROSTOL.


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El anuncio de la producción del LIF fue hecha en abril de 2018. La noticia llegó durante el debate del proyecto de ley de IVE cuando se abrió la discusión sobre la producción pública como una política necesaria a la hora de garantizar el acceso al aborto legal en Argentina.

Los estudios para fabricar la droga habían empezado en 2016 y en enero de 2018 se hicieron los primeros 100 mil comprimidos en forma asociada. Durante más de un año fueron estudiados y testeados a través de distintas pruebas de estabilidad y en septiembre de 2019 empezaron a distribuirse en la provincia de Santa Fe. En 2020 la provincia de Buenos Aires le compró al estado santafesino un lote para las interrupciones legales de su jurisdicción.

El misoprostol no nació como una droga para abortar. A mediados de los 80, Brasil aprobó la fabricación y comercialización del fármaco para problemas gástricos. En el prospecto decía que no debían usarlo las embarazadas y el dato sirvió para que mujeres lo probaran y se pasaran el dato. Años después la venta libre quedó prohibida en el país vecino pero el saber popular ya corría y se diseminaba por América Latina. Fue un cambio revolucionario porque permitía hacer un aborto seguro en casa sin pasar por el quirófano o métodos clandestinos inseguros.

El saber entró a las organizaciones feministas, que armaron consejerías y grupos de socorristas para acompañar a la hora de abortar. Las redes de este tipo crecieron en toda la Argentina y el resto América Latina a través de líneas telefónicas que dan información segura sobre el aborto con pastillas. En 2009 surgió una de las primeras, “Más información, menos riesgo”, creada por Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto. La misma organización publicó en 2010 el manual “Cómo hacerse un aborto con pastillas”, que sirvió para popularizar y democratizar la información sobre la práctica. En paralelo, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, empezó a difundir el uso del misoprostol.

En distintas ciudades del país surgieron las Socorristas en Red, inspiradas en los socorros rojos de las feministas italianas de los sesenta.

Finalmente, la Organización Mundial de la Salud lo estudió y declaró medicamento esencial para un aborto seguro y ambulatorio y el uso se extendió en todo el mundo combinado con la mifepristona.

Arlen Buchara