Cosecha Roja.-

Después de un sueño intranquilo, Juan Arabino caminó hasta la comisaría más cercana y habló. Corto y conciso, confesó: “maté a mi ex esposa, a sus hijos y los enterré bajo de la cama”. María Fleitas (47) y Arabino (26) vivían a pocas cuadras, en el barrio de Yaciretá de la capital de Misiones. Antes de la relación sentimental que iniciaron hace unos años, Fleitas fue su madrastra.

Ella lo había denunciado en varias oportunidades por golpes, maltratos y amenazas. Él, sin embargo, continuaba en libertad. También algunos familiares de la víctima aseguraron que Fleitas expresó la intención de mudarse con sus hijos, para terminar con la relación conflictiva y preservar la seguridad del grupo familiar. Ella tenía dos hijos de un matrimonio anterior. Betiana (14) y Mauricio (10), los que corrieron la misma suerte: terminaron descuartizados debajo de la cama donde alguna vez durmieron juntos.

Fuentes de la investigación aseguraron que los familiares de las víctimas presionaron con preguntas a Arabino sobre el paradero de la mujer y sus dos hijos, lo que provocó que revelara el asesinato.

Raúl Torre, especialista en criminología, aseguró a Cosecha Roha que “no hay simbología ni patrón común en estos asesinatos. La simbología muchas veces puede estar asociada a casos de descuartizamientos por rituales, pero en estos casos tiene que ver con deshacerse de los cadáveres rápidamente sin sacarlos afuera”.

El triple homicidio es investigado por el juez de instrucción 6 de Posadas, Ricardo Balor, quien informó a la prensa que los peritos todavía no determinaron cuándo se cometieron los hechos.