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Cosecha Roja.-

El estudio genético realizado por la Policía Científica estableció que el ADN encontrado en el cordón de la zapatilla con que fue ahorcada la trabajadora social Laura Iglesias, coincide con el perfil genético del detenido.

También se encontró rastros del ADN de Iglesias en el boxer que secuestraron en el allanamiento del jueves en la casa del primo, donde el joven de 20 años estaba viviendo.

El sospechoso tenía antecedentes por delitos sexuales y ahora está alojado en la Unidad Penal N° 44 de Batán. El fiscal Rodolfo Moure podrá acusarlo, además del robo por el estéreo que encontraron en su poder, por los delitos de violación y homicidio.

La trabajadora social de 50 años era parte del equipo del Patronato de Liberados de Mar del Plata. Apareció muerta, con un cordón de zapatillas rodeandosu cuello y el informe forense confirmó que fue violada. Hoy sus compañeros del Patronato se movilizaron para pedir mejores condiciones de trabajo.

El miércoles pasado, a pesar del paro, Iglesias fue a visitar a personas que estaban a su cargo. Su auto se descompuso en la ruta 11. Una amiga, que vivía cerca, que la acercó hasta Mar del Plata.

Salió de su casa para buscar el auto y hacerlo arreglar. Nadie volvió a saber de ella. Los perros de la policía que realizaban el rastrillaje encontraron su cuerpo. Estaba sentada en un descampado, con la ropa puerta, con manchas de barro y ramas en el cuerpo, como si hubiera sido arrastrada, a unas treinta cuadras del centro de Miramar.

Ayer los trabajadores del Patronato realizaron un paro con movilización. Dijeron que  el femicidiode Iglesias tiene que echar luz sobre las condiciones de trabajo que dejan indefensos a los agentes que hacen trabajo de campo.  “Se hace indispensable denunciar los peligros a los que estamos expuestas como mujeres trabajadoras. Nuestra compañera fue víctima de ensañamiento sufrido por su condición de mujer y esto no puede dejar indiferentes a los funcionarios del Patronato de Liberados”