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Cosecha Roja.-

“Soy tan pendeja. Dios, ¿qué he hecho?”, tuiteó Erandy Gutiérrez el 19 de marzo de 2014, horas después de darle 65 puñaladas a su mejor amiga, Anel Báez. Un mes antes, Anel había publicado en Facebook una foto de las dos abrazadas, sonrientes y semidesnudas. A Erandy no le gustó y se vengó. La Justicia mexicana la detuvo por las amenazas que había escrito en la red social y la condenó a siete años de prisión, la pena máxima para una adolescente.

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Tenían 16 años, iban juntas al secundario de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Solían postear fotos juntas y dedicarse comentarios. Un año antes del crimen, por ejemplo, Anel había publicado en Facebook una dedicatoria para la mejor amiga: “Te amo, no sabes qué feliz que me hace que seas mi amiga. Eres más que eso: eres mi hermana”, decía. Pero en diciembre de 2013 Anel se pasó: posteó una foto en la que estaban semidesnudas y supo que a Erandy le había molestado pero no se imaginó cuánto.

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Desde ese día, empezaron las amenazas sin destinatario. “Pueda que parezca muy calmada, pero en mi cabeza, te he matado al menos tres veces”, “Voy a sepultarte antes de que pase este año” tuiteó Erandy entre enero y febrero del año pasado. El 19 de marzo mintió: le dijo a Anel que quería hablar de la foto y terminar con la pelea. Ella aceptó y la invitó a la casa. Comieron helados, charlaron y vieron tele en el cuarto. Dijo que tenía que ir al baño pero fue a la cocina a buscar un cuchillo. Se lo escondió en la ropa, volvió al cuarto y la atacó: le dio 65 puñaladas.

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Esa noche Erandy fue al funeral con su mamá. Quienes la vieron contaron que estaba camuflada con un buzo negro y una capucha. Mientras tanto, los amigos empezaron a revisar los tuits y la señalaron ante las autoridades. La Justicia la detuvo en pleno velorio.

Desde entonces está presa en el Centro de Internamiento para Adolescentes (Cipa), en la ciudad de Culiacán. Le dicen “La Demonio”. Es la primera mujer que estuvo tanto tiempo recluida en el instituto de menores y tuvieron que diseñar un programa de atención personalizado para que la adolescente pueda terminar el secundario.

La primera sentencia fue anulada porque la menor se presentó en Culiacán y no en la ciudad de Los Mochis. Se programó una nueva audiencia en el municipio de Ahome y el ayer el Juzgado de Segunda Instancia Especializado para Adolescentes ratificó la sentencia máxima para una adolescente: 7 años.