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Elementos de la Policía Federal detuvieron en el municipio de Metepec, Estado de México, a Ramiro Pozos González, alias “El Molca”, líder y fundador de la organización criminal conocida como La Resistencia, quien ante la presentación ante los medios de comunicación sonrió y levantó los dos dedos pulgares, además de susurrar consignas en contra del Gobierno federal.

Al bajarlo de la unidad blingada en la que era transportado, “El Molca” miró a los representantes de los medios de comunicación y en una postura de reto, levantó la cabeza y comenzó a sonreír con los dedos pulgares en señal de tranquilidad.

Que de acuerdo a los mandos de la Policía Federal esta es una estrategia para que el grupo delictivo no sea fragmentado, el hecho de que Pozos González haya sonreído en repetidas ocasiones ante los medios de comunicación es un mensaje directo a la organización delictiva que combate al cártel de Jalisco Nueva Generación para que no se debilite.

De acuerdo con el área de inteligencia de la Policía Federal, Ramiro Pozos González también utilizaba los alias de Antonio Regil Pechs y José Angel Zaragoza Morales por quienes el Gobierno federal ofrecía hasta un millón de pesos por información que llevara a su captura.

Además cuenta con dos órdenes de aprehensión relacionadas con delincuencia organizada en el Estado de México y Jalisco.

Reportes de inteligencia señalan que Pozos González inició sus actividades delictivas como integrante del extinto cártel del Milenio, organización que dirigían los hermanos Valencia, con quien mantenían extrecha relación convirtiéndose en compadres de Oscar Orlando Nava Valencia, alias “El Lobo”, quien le regaló un rifle AK-47 conocido como cuerno de Chivo, bañado en oro dorado y blanco.

En los años 90, “El Molca” conoció a Nazario Moreno González alias “El Chayo” y a José de Jesús Méndez Vargas, alias “El Chango Méndez”, líderes de La Familia Michoacana ya que en ese tiempo todos estos grupos comenzaron sus actividades ilícitas.

Además, de acuerdo con el jefe de la división Antidrogas de la Policía Federal, Ramón Eduardo Pequeño García, jefe de la organización criminal La Resistencia llegó a relacionarse con la cúpula criminal que operaba en ese tiempo el cártel del Golfo con Osiel Cárdenas Guillén y a otros narcotraficantes como Juan José Esparragoza Moreno, alias “El Azul”, quien evitó que lo privaran de la vida en el 2002; asimismo conoció a Arturo Beltrán Leyva y a Ignacio Coronel Villarreal, alias “Nacho” Coronel quien lo había mandado matar.

De acuerdo con las investigaciones, los cuñados de Ramiro Pozos González identificados como Gastón Ayala Beltrán y Martín Antonio Beltrán López se desempeñaron como escoltas de Benjamín y Ramón Arellano Félix y participaron en el año de 1993 en los hechos donde perdieron la vida el cardenal Posadas Ocampo aclarando que el objetivo del cártel de los Arellano Félix era privar de la vida a Joaquín Guzmán Loera alias “El Chapo” Guzmán, estos dos sujetos ya se encuentran presos.