policia mendozaHernán Adrover – El Sol Online.-

En febrero se conoció un caso que alertó a los investigadores judiciales y policiales: estaba relacionado a una banda dedicada a perpetrar secuestros extorsivos a gente involucrada en el mundo de la droga.Las “víctimas” fueron liberadas tras el pago de una fianza con dinero, armas, estupefacientes y vehículos. Pensaron que se trataba de un caso aislado, pero en los últimos días ocurrieron dos secuestros más con la misma modalidad, es decir, malvivientes vestidos con el uniforme de la Policía de Mendoza que aprovechan esa condición para efectivizar los ataques.

A pesar de las diversas tareas investigativas y del trabajo policial para prevenir este tipo de delitos, los maleantes se las siguen ingeniando para capturar a los “apuntados” y pasearlos por varias horas para lograr su propósito: conseguir dinero fresco y otros elementos de valor a cambio de la libertad de los vendedores de drogas.

El viernes 11 de febrero, El Sol publicó una nota sobre un hombre de 35 años y conocido comerciante de estupefacientes que fue secuestrado en su casa del barrio Los Cerrillos de Godoy Cruz. Cinco horas después, lo liberaron en un descampado de Las Heras: su familia pagó una fianza de 100.000 pesos.

La víctima fue sorprendida por un grupo de hombres que “estaba vestidos de policías” y la golpearon varias veces para que no se resistiera. A pesar de que en este caso no hubo una denuncia formal, las fuentes señalaron que también es investigado por si tienen relación con los últimos ocurridos.

El otro hecho ocurrió la semana pasada pero, en esta oportunidad, el lugar elegido por los supuestos secuestradores fue la zona del barrio
Pedro Molina, en el departamento de Guaymallén. Las fuentes policiales explicaron que el secuestro fue el lunes 25 de febrero después de las 18 en las inmediaciones del barrio Lihué.

Hasta ese lugar llegó un grupo de hombres que se hizo pasar por policías para ingresar a la propiedad donde estaba una familia. Entre ese grupo familiar había un joven de 28 años –conocido por vender droga en la zona– y que era el hombre señalado por los sospechosos. Ante la sorpresa de los presentes, la víctima fue golpeada un par de veces pero “no fue de gravedad”, indicaron los voceros.

“Estaban con unos chalecos antibalas blancos, como los de la Policía, y los amenazaban con armas”, manifestó una fuente policial que al mismo tiempo explicó que los maleantes agarraron a la víctima y la sacaron de la vivienda para meterla luego dentro de un vehículo.

Mientras esto sucedía, uno de los delincuentes habló con el hermano de la víctima y le dijo que si querían verlo con vida, debían entregar dinero. Luego de esa charla, escaparon en el rodado con el rehén.

Ya en la madrugada del martes, pactaron el lugar de encuentro para la transacción que se realizó en la zona de Godoy Cruz. Allí, el hermano del capturado entregó cerca de 50.000 pesos en efectivo, tres pistolas calibre 9 milímetros y una cantidad no especificada de droga, detallaron los pesquisas. “Los tipos conocen que venden droga y por eso saben que tienen plata”, afirmaron.

Una vez con lo pactado en su poder, los malvivientes dieron la orden y liberaron al joven cerca de la calle Perón –detrás del Campo Papa– en Godoy Cruz. En ese lugar estiman que se esconden los sospechosos de cometer estos ilícitos, en una de las diez viviendas que existen allí.

Otro hecho. Con el mismo modus operandi, el jueves un grupo de hombres que decía ser policías secuestró a un muchacho de 25 años en Las Heras. Luego de exigir 3.000 pesos, electrodomésticos y un auto, los delincuentes liberaron al joven en ese mismo departamento tras
golpearlo salvajemente en la cabeza.

Las víctimas de todos los casos fueron asistidas por las golpizas y las causas quedaron en manos de la Justicia federal.

Las pesquisas

Las tres causas quedaron en manos del fiscal federal Fernando Alcaraz, quien señaló a El Sol que personal de Investigaciones se está haciendo cargo del caso y que por ese motivo prefirió no brindar mayores datos, ya que la causa está bajo secreto de sumario. Sin embargo, aportó que “se manejan dos o tres hipótesis” para llegar hasta los sospechosos.

Fuentes policiales explicaron que ya estarían identificados y que se trata de tres bandas con, al parecer, cinco miembros cada una. “En estas organizaciones tienen que ser más de tres personas”, detallaron.

Aseguraron, además, que “no hay sospechas ni pruebas de que sean policías” los autores de los diferentes secuestros denunciados.