Cosecha Roja.-

Johana Chacón salió del colegio y subió al colectivo escolar. Cuando bajó y llegó a la tranquera de su casa, en el partido de Lavalle, Mendoza, los compañeritos la saludaron desde las ventanillas. Esa fue la última imagen de ella que guardaron en sus retinas. La hermana, que la esperaba en la casa, dijo que Johana nunca llegó. Hoy se cumplen 22 días que permanece desaparecida y nadie sabe nada. No es el único caso en el mismo barrio: desde noviembre del año pasado no se conoce el paradero de otra mujer.

Johana tiene 14 y vive en la zona rural de Tres de Mayo, uno de los barrios más marginales de Mendoza. Compartía la casa con su tutor, Luis Curallanca, y una hermana. El padre, Bernardo, duerme a unas pocas cuadras de ahí. Eran vecinos.

Los investigadores que llevan adelante la causa ya entrevistaron a todo su entorno: el padre y los hermanos, la familia Curallanca, con quienes Johana vivía; las amigas y  al colectivero que la llevaba hasta su casa. Nadie dijo saber nada. En la causa ya se amontonan 400 fojas y ni una pista que lleve a dar con ella.

Claudia Ríos, fiscal de Delitos Complejos a cargo de la causa, ordenó realizarles pericias psicológicas a los familiares más cercanos, ya que “podrían estar mintiendo u ocultando información sobre lo que pudo pasarle a Johana”, informaron los medios locales. Ríos está indagando en tres líneas: dos relacionadas con el entorno familiar y la otra vinculada a la red de trata de personas.

A la desaparición de Johana se le suma la de Soledad Oliveira, una mujer de 28 años que tenía tres hijos que van al mismo colegio. Desde noviembre de 2011 no se sabe nada de ella. Las sospechas sobre una red de trata de personas que opera en el lugar cada vez son más fuertes. “Al principio tenía temor de decirlo” dijo a Cosecha Roja Silvia Minoli, directora del colegio al que asistía la chica. “La causa va lenta y los tiempos se van. Pero para mí estas desapariciones están ligadas con la trata de personas. Las chicas desaparecieron en la misma zona y sus pertenencias están intactas”.

Algunos familiares de la chica sospechan de Luis Curallanca, el tutor de una de las hermanas de Johana. “Tanto mi hija como Soledad Olivera desaparecieron cerca de la zona donde vive Luis. Si él es el culpable, tendrá que pagar”, dijo a Cosecha Roja Bernando Chacón, el padre biológico de la niña.

Curallanca, por otro lado, dice que no participará de las marchas por temor a que lo escrachen. “Los medios en Mendoza cambiaron todas mis palabras. Ahora le gente me está señalando como uno de los culpables y no tengo nada que ver. Bernardo me tiene envidia porque yo tengo una posición económica mejor a la de él”, dijo.

Luego de conocerse la desaparición de Johana, el Ministerio de Seguridad provincial ofreció 10 mil pesos de recompensa por algún dato que ayude a encontrarla. La fiscal Ríos ordenó ayer un allanamiento en un inmueble en la calle Mitre al 600, después de recibir una denuncia anónima que aseguraba que allí, donde funciona un prostíbulo, estaba Johana. Las fuerzas de seguridad no encontraron nada.

El pasado miércoles, los familiares, amigos y vecinos de Johana realizaron la tercera marcha organizada por Silvia Minoli, directora del colegio Virgen del Rosario de Tres de Mayo, donde Johana cursa séptimo grado. Según informan los diarios provinciales, 200 personas se concentraron en el Kilómetro Cero para terminar el recorrido en la Legislatura. Ahora preparan una nueva concentración para mañana a las 17:30 horas, esta vez del colegio de Johana hastala Ruta 40.