La Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) presentó esta mañana a una célula de ocho integrantes del Cártel del Golfo (CDG), entre quienes destacan dos mujeres, quienes fueron reclutadas con la intención de que recibieran entrenamiento y, eventualmente, se desempeñaran como sicarias, en Guadalupe.
Jorge Domene Zambrano, vocero de seguridad de Nuevo León, informó que esta célula, actualmente bajo arraigo, formaba una red de distribución y venta de droga que pretendía tomar el control del negocio ilícito eliminando rivales en ese municipio vecino de la capital.
El líder de la banda fue identificado como Leonardo Rivelino Martínez Gutiérrez, El Vino, de 34 años, quien se inició en el comercio de droga con el grupo de los Beltrán Leyva, para luego pasar al de Los Zetas y, desde hace tres meses, sumarse al del CDG.
Fueron detenidos también Ricardo Álvarez Beltrán, El Mazo, de 34 años; Raúl González Hernández, El Chicharrín, de 33; Francisco Javier Hoyuela Cantú, El Javi, de 28; Manuel Coronado González Vela, El Coronado, de 52; José Aarón Flores Barajas, El Borracho, de 22, y las mujeres Yahaira Abigail Luna Evans, La Abi, de 19, y una menor de nombre Guadalupe, La Lupita, de 14, todos ellos con domicilio en el municipio de Guadalupe.
Domene dijo que las mujeres recibían adiestramiento con las armas para perpetrar homicidios, aunque no se les ha comprobado participación en algún crimen.
“Ellos mencionan que era parte de estrategia, las dos detenidas también confiesan que efectivamente estaban siendo adiestradas para poder manejar las armas y convertirse en sicarias”, reveló.
En las investigaciones se determinó que El Vino viajaba a Reynosa, Tamaulipas, donde recibía cocaína por 100 mil pesos y regresaba a entregar 500 mil que obtenía de su venta.
El Vino fue detenido con un cómplice el lunes 3, cuando fue interceptado por elementos de la AEI en la colonia 23 de Marzo.
Los dos tenían en su poder 150 dosis de cocaína, un uniforme de la policía estatal, cuatro celulares y cartuchos para fusil.
Posteriormente fueron detenidos los otros seis integrantes de la banda en la colonia Fovissste Camino Real, de Guadalupe.
En las primeras investigaciones se descubrió que los ahora arraigados asesinaron a dos vendedores de droga de un grupo rival, así como a un taxista que efectuaba la misma labor.
En total les fueron asegurados ocho fusiles, dos pistolas, 26 cargadores, 744 cartuchos, 150 dosis de cocaína, dos bolsas de mariguana, siete celulares, equipo táctico y dos vehículos.
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