nietalolaMaximiliano Montenegro – Diario Popular.-

Lola es una beba que nació el 17 de julio de 2013 en su casa de Berazategui. Su madre, Jésica, víctima de violencia de género y madre de otros tres chicos, había ocultado el embarazo por miedo y tuvo a la nena en absoluta soledad. Una fiscal creyó que la joven intentó matar a la criatura y desde entonces se encuentra en prisión. Mientras tanto, la chiquita fue “apropiada” por la Justicia, que la separó de su abuela Marcela y sus hermanitos.

“No dejo un solo día de esperar a Lola y luchar por ella. Lo único que me dicen es que está bien, con una familia sustituta. Ni una foto me muestran. Ya pasaron 28 meses y nadie me da respuestas. Es muy injusto. Yo estoy a cargo de los tres hijos de Jesi, que tienen 7, 5 y 3 años. Están bien, creciendo con amor. Pero no me permiten ver a Lola”, contó Marcela Lescano, abuela de la pequeña.

La pelea de Marcela para lograr que la justicia le devuelva a su nietita Lola comenzó a pocos días de su nacimiento. La chiquita fue hallada con un golpe en la cabeza, junto a su mamá desvanecida, dentro de la casa que habitaban en la localidad de Hudson. De inmediato, ambas fueron trasladadas a un hospital. Jésica fue esposada a su cama y luego derivada a la cárcel de Los Hornos por presunto intento de homicidio contra la beba, por decisión de la fiscal María de los Angeles Attarian Mena, a quien no le hizo falta escuchar la historia de la mujer para imputarla.

“Mi hija ocultó el embarazo porque era víctima de violencia de género por parte del padre de la beba y en ese momento ex pareja. No había hecho eso con sus otros embarazos. Pero la fiscal Attarian Mena la imputó en el mismo hospital y después la encarceló. Desde hace unos meses mandó la causa a juicio oral. Jésica vive una pesadilla. Pudo conocer a Lola porque una enfermera se la llevó unos segundos”, contó Marcela.

Separada de su mamá, Lola también padeció las decisiones de la fiscal. La chiquita estuvo bajo cuidados intensivos durante una semana. Su abuela Marcela y otros familiares la visitaban de manera constante. “Somos todos trabajadores, pero nos turnábamos para estar cerquita de Lola. La fiscal aprovechó un momento sin visitas para ordenar que se la lleven del hospital. Desde ese momento no sabemos nada de Lolita. Por eso decimos que se apropiaron de ella, como hacían los militares en la dictadura”, dijo la abuela.

La lógica aplicada por la fiscal sostiene que Jésica quiso asesinar a su hija, entonces la mejor opción era alejar a Lola. Lo extraño es que los otros tres hijos de la mujer están bajo los cuidados de su abuela y hasta visitan a su mamá en la cárcel.

“La justicia nos dice hace más de dos años que somos un peligro para Lola, pero no lo somos para sus hermanos. Cada vez que vamos al juzgado de familia de Quilmes decimos eso, pero nos ignoran. No sabemos con quién está la beba, si realmente la están cuidando. Sus hermanitos rezan para que puedan estar juntos, también la reclaman. Están vulnerando todos los derechos del niño”, dijo Marcela.

Las próximas fiestas de fin de año derivan en mayor angustia para la familia. Sería la tercera vez consecutiva que la justicia impide el contacto de Lola con su familia que la reclama. “Pedimos por favor que nos escuchen. Están cometiendo un delito gravísimo, privando a la beba de estar con nosotros. Una abogada nos ayuda, y tenemos esperanzas, pero seguimos sin avanzar con esta situación que realmente es desesperante. Ojalá se pueda hacer algo”, finalizó Marcela.

“La fiscal nunca le preguntó nada y la imputó igual”

“El día del nacimiento de Lola, a su mamá la encuentra una vecina que fue de casualidad a la casa. Jésica estaba tirada en el piso, desmayada, y la beba con un golpe en la cabeza. Había nacido sin asistencia de nadie. Por eso se golpeó.

Las llevaron al Hospital Evita Pueblo de Berazategui. Mi hija estaba en estado de shock. La fiscal jamás le preguntó nada, pero la imputó por intento de homicidio agravado por el vínculo, la esposó a la cama y luego la mandó a la cárcel. Nunca más salió. Ahora esperamos que se defina la fecha de juicio oral. Por un lado, luchamos para recuperar a Lola, y por otro tratamos de sostener a Jésica, que vive un infierno de injusticia”, contó Marcela madre y abuela de las víctimas.