janssen1-300x200Diario La Arena.-

Mientras espera el día del juicio, el principal sospechoso del conmocionante asesinato de la niña piquense aceptó dialogar con un periodista de LA ARENA. Contradiciendo su exposición en la que se declaró culpable, ahora dice que es inocente.

La entrevista tuvo lugar en una oficina de la Alcaidía. Vestido con una remera vieja, un pantalón con manchas de pintura y ojotas, cuando apareció Juan José Janssen parecía completamente abatido. Al principio se mantuvo callado y si mirar al cronista a los ojos. Parecía llorar en silencio. Quizás una estrategia para infundir cierta lástima, pensó el periodista. El subcomisario que lo escoltó hasta la oficina le habló educadamente y luego le dijo al cronista que no iba a hacerse cargo de lo que se diría dentro del recinto. Se retiró, dejando la puerta abierta, y comenzó la entrevista al principal imputado por el crimen de Sofía Viale, la niña de 12 años cuyo cuerpo apareció sin vida el 5 de noviembre en el patio de la casa de Janssen, después de más de dos meses de desaparecida y con signos de haber sido violada.

-¿Qué esperás de la vida?¿Buscás un arrepentimiento?
-¿Arrepentido? No de nada. Si no hice nada, aunque todos piensan distinto. ¿Cómo voy a estar arrepentido si no hice nada?

-¿Vos estás convencido de que sos inocente?
-Totalmente, por eso estoy tranquilo. ¿Quién me va a pagar por todo este tiempo acá? A mi casa la rompieron toda. ¿Cómo vuelvo a Pico?

-Y… no podés.
-¿Por qué no puedo volver a Pico? Yo soy nacido en Pico y me tengo que morir en Pico.

-¿Volverías a Pico?
-¿Por qué no? ¿Si soy inocente no volvería a Pico?¿Qué es lo que me ven de raro en mí? ¿Sabés por qué me veían raro antes? Porque yo andaba en la droga, andaba en el alcohol. Yo fumaba, llegaba a las dos o tres de la mañana mamado o drogado. Ahora ya no tomé más, no fumé más, no me drogué mas, y no salí a ningún lado.

-¿Desde cuándo?
-Desde el año pasado.

-¿Y cómo hiciste?

-Con la Biblia.

-¿Con la Biblia nomás? ¿Ibas a la iglesia?
-No. Al lado de mi casa estaban los pastores y yo hablaba con ellos.

-Y te la pasabas leyendo pasajes.
-Todos los días.

-Así que sos inocente. ¿Y las pruebas en tu contra?
-¿Pruebas de qué? Yo declaré y a mi abogada le dije…

-¿Vos mentiste?
-Sí.

-¿Por qué?
-A mí me dijeron que mi mujer y mi hijo (su hijastro en realidad) estaban presos, que si declaraba que yo era el culpable los largaban. ¿Ellos están sueltos? No, pero igual todo se va a arreglar. Si me van a condenar que me condenen con pruebas.

-Tienen pruebas
-¿Qué pruebas tienen?
-El cuerpo de la nena. 
-¿Cómo saben que fui yo?¿Sólo porque estaba en mi casa fui yo? Lo único que encontraron fue el carro. El carro lo encontré tirado en el patio y lo metí adentro. Pensé que era de mi hermano y que lo había robado. Mi hermano se mató el 14 de abril de este año, cuando yo estaba preso. El siempre aparecía con celulares o con conejos, siempre con algo aparecía. ¿Cómo me iba a imaginar que era de la nena?
-Pero el suicidio de tu hermano fue antes de la desaparición.
-Mi hermano estaba viviendo en mi casa, ahí fue cuando lo robó.

(…)

-¿Cómo explicas que la nena haya aparecido en tu casa?
-¿Y cómo explico que no fui? Que me den una explicación a mí, que yo soy el dueño de la casa. Que me den una explicación de cómo hizo para aparecer esa criatura ahí. A ellos les conviene meterme en cana, es mas fácil para ellos.

-¿Quién fue?
-Que busquen el culpable. Tienen que juntar pruebas.

-¿Y la otra nena? ¿La que intentaste abusar?
-A esa nena, supuestamente, yo la había violado, pero ella no está violada. Otra denuncia más para mí. Si yo voy a tu casa y encuentro algo en el patio enterrado, y vos no fuiste. ¿Cómo explicas que vos no fuiste?¿Vos te pensás que podría estar tranquilo si hice semejante macana? El que hizo ese tiene que estar loco, enfermo. Yo loco no estoy, jamás tomé una pastilla.

-¿Y todas las otras denuncias anteriores?
-Supuestamente, a la hija de mi mujer la abracé y ella dijo que la toqué. Esa es una de las denuncias

-¿No fuiste condenado por eso?
-Si. Pero en realidad fue por la cachetada que le pegué y se enojó. Ella dijo que le tocaba la cola y que le daba besos en el cuello, pero nunca fue así. Yo le pedí perdón por pegarle y ella también por denunciarme. Ella fue a verme a la cárcel, estando yo preso por culpa de ella.
-¿Por qué le pegaste?
-Porque me insultaba. Me cansé. Fui enojado y le pegué, no tendría que haberlo hecho. Cuando caí preso en la Tercera (de Pico) por la cachetada, conocí un grupito de buena gente y me aferré a la Biblia. Cuando salí dejé todo.

(…)

¿A Sofía la conocías?
-No, dos años viviendo ahi y nunca la vi. Nunca la vi. La conocí solamente por fotos. Su hermana, Antonella, siempre iba a mi casa, y mi pibe iba a la casa de ella.

-¿De quién sospechás?
-No sé, si te digo te miento. Si no saben los jueces, los abogados y la policía, menos voy a saber yo. Supuestamente ellos tienen estudios, que investiguen quien fue. Yo no fui y estoy tranquilo. Loco no estoy. De esto me voy a aferrar. Yo lo lamento muchísimo por la madre y el padre. Yo tengo una nena de 10 años, y calculo que reaccionaría como ellos o peor.