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Milva Benítez – Cosecha Roja.-

En La Plata, ahora que las calles han dejado de ser ríos torrentosos, se multiplican las presentaciones legislativas y judiciales. A la polémica sobre cuántas personas fallecieron a causa de las inundaciones, se suma el debate sobre la responsabilidad de los funcionarios para prevenir y asistir a los vecinos tras la tragedia. La lluvia los encontró solos frente a la peor catástrofe hídrica sufrida por la ciudad de las diagonales.

Ayer apenas pasado el mediodía, el abogado Martín Berasategui denunció al intendente Pablo Bruera por homicidio culposo e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Consideró que el Ejecutivo municipal estuvo al tanto del “riesgo certero” que corría la población y “omitió realizar las acciones tendientes” para evitar la tragedia. A Berasategui lo acompañan otros abogados y representa a más de 50 vecinos. “Nos ayudamos entre nosotros, porque el municipio recién llego pasado el mediodía”, dijo.

El Colectivo de Investigación y Acción Jurídica (CIAJ) solicitó que se aparte al titular de la fiscalía Nº 5, Juan Cruz Condomí Alcorta, de la causa que investiga todas las muertes que provocó el temporal. En el escrito presentado esta mañana, la titular del CIAJ, Sofía Caravelos, requirió que se indague si el fiscal incurrió en maniobras deliberadas para acotar el registro de fallecidos. Hace foco en el caso de Juan Carlos García, “la víctima 52”. El caso lo dio a conocer el titular del Juzgado Contencioso Administrativo N°1, Luis Arias. García murió “de un modo traumático como consecuencia del temporal”, dice el comunicado de CIAJ. Condomí Alcorta no respondió las reiteradas consultas de Cosecha Roja.

El CIAJ también advirtió que los familiares de García fueron autorizados a enterrarlo sólo con un certificado médico. En su escrito transcribieron el testimonio de un encargado de la funeraria Ríos, donde se realizó el velatorio: “Viene Virginia de la UFI N° 5 y le dice que no van a hacer oficio porque no hay causa penal. Llama al registro civil y le dijo que van sin oficio”. Esta omisión dejó a García fuera de la lista oficial de muertos (confeccionada por el Ministerio de Justicia y Seguridad provincial). Requieren entonces que se constate si se trata de un caso aislado o “una metodología utilizada por la Fiscalía y el Ministerio de Seguridad en relación a las muertes no  contabilizadas”.

La posibilidad de que la lista de fallecidos por las inundaciones continué aumentado está latente. Esta mañana, mientras desmalezaban un cañaveral, vecinos del barrio Los Hornos encontraron un nuevo cuerpo. A tres cuadras de allí (calle 70 entre 136 y 137) vivía Nilda Luján Godoy, la mujer de 65 años que estaba siendo buscada por sus familiares desde hace 7 días. Al cierre de esta nota, su reconocimiento aún estaba pendiente. El  subsecretario de Política Criminal e Investigaciones Judiciales bonaerense, César Albarracín, sostuvo que por las características del cadáver hay una alta probabilidad de que sea Godoy. En declaraciones al canal platense QM, una vecina de la familia advirtió que si bien la policía bonaerense estuvo a cargo del rastrillaje, la habían estado buscando en unos túneles que pasan por el barrio. Las pesquisas de la bonaerense también fueron cuestionadas. Por eso Caravelos solicitó que “las causas iniciadas por averiguación de causales de muerte no sea delegada a personal del Ministerio de Seguridad provincial.”

Uno de los casos excluidos de la lista oficial había sido difundido ayer por Cosecha Roja. Cristian Mendoza, un joven paraguayo de 18 años que murió junto a sus dos abuelos en Villa Elvira. Mientras, en una conferencia de prensa, el gobierno provincial explicó que había otros 37 muertos por causas ajenas a la inundación. Una de ellos es Guillermo Plombino, que murió de un paro cardíaco en la cama 7 del Hospital Español. Su mujer, Elaine, habló con Cosecha Roja: “Él era un hombre enfermo y con problemas, pero podía haber vivido con un tubo de oxígeno, o trasplantado. Tenía esperanzas”, dijo.

Elaine declaró el lunes en el juzgado contencioso administrativo de Arias, que investiga si existe una cifra negra de muertes en la nómina oficial. Ante el juez, contó que su esposo había sido internado con la enfermedad de EPOC, pero que estaba mejorando. “El día anterior a la inundación, tuvimos el mejor parte. Le estaban probando unos minutos sin respirador y respondía muy bien”, dijo.

La mañana siguiente, Elaine subió cuatro pisos por escalera para ver a su esposo. Encontró el pasillo en penumbras, y la sala de terapia vacía. Le dijeron que Guillermo había muerto a las 8. Scioli remarcó en conferencia de prensa que en los hospitales no faltó la luz. Guillermo tenía 51 años, y tres hijos.

Esta no es la primera vez que la ciudad queda bajo el agua y esto también es objeto de revisión judicial. Entre 2002 y 2010 hubo otras cuatro inundaciones. “En los últimos años se han observado tormentas intensas con mayor frecuencia (…) esta repetición de eventos puede servir a la consideración de un plan de manejo de la emergencia con mayor veracidad”, advertía en 2003 el Departamento de Hidráulica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata. El estudio había sido pedido por las autoridades locales. “Esto prueba que las autoridades locales sabían que esto podía pasar”, explicó Berasategui.

Ahora, a requerimiento de la Subsecretaria de Recursos Hídricos de la Nación, el Departamento de la Facultad de Ingeniería está trabajando en un informe técnico sobre lo sucedido. “Estamos estudiando lo que pasó con datos sobre la cantidad de lluvia, cómo funcionó el sistema de desagote, la contaminación, los proyectos que se presentaron y los antecedentes”, precisó el director de la carrera de Ingeniería Hidráulica, Sergio Liscia. Y anticipó que los resultados se conocerán en 30 días.

Foto: SubCoop