La Boca, Barracas, Parque Patricios, Pompeya, Soldati y Lugano cargaban sobre sus nombres un estigma de peligrosidad. Los mismos habitantes decían sentirse inseguros y “con un ojo siempre en la vereda”, porque pensaban que las calles eran lugares por donde no se podía transitar. Con ese miedo, abandonaron los espacios públicos y se encerraron en sus casas. Desde hace un año, sin embargo, ellos y las Fuerzas de Seguridad del Estado están trabajando para que esa situación se revierta. Hasta ahora, algo han logrado.

El Plan Cinturón Sur, gestado en la Presidencia de la Nación, se puso en marcha en julio del 2011 con el propósito de recuperar los espacios abandonados por los ciudadanos. Se hizo un experimento con las fuerzas armadas: 2.500 agentes de la Prefectura Naval y de la Gendarmería Nacional llegaron a los barrios para patrullar las calles y acompañar a las comunidades; los 1.100 efectivos de la Policía Federal, que estaban a cargo de esa tarea, fueron reasignados a comisarías de otros barrios. Se cambiaron los papeles y el paradigma de ineficacia comenzó a cambiar.

Hoy, con los resultados en mano del primer año de funcionamiento del Plan Cinturón Sur, la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, acompañó a los habitantes de los barrios en un acto público realizado en el Club Unidos de Pompeya. Más de quinientas personas abarrotaron el lugar y escucharon unas cifras que ya sentían alentadoras.

“Ahora uno se siente más tranquilo, puede salir a la madrugada a trabajar y no va con miedo”, dijo un vecino de Barracas. “Antes bajábamos del colectivo en la noche y nos mirábamos a ver si éramos conocidos para entrar todos juntos al barrio y sentirnos más seguros entre nosotros”, comentó una habitante de Villa 21-24. “Ha habido un cambio sustancial en el último año: se percibe en el ambiente, pero no somos solamente los comerciantes quienes lo decimos, es todo el mundo”, agregó un kiosquero de Pompeya.

Los robos comunes, los robos a mano armada y los robos de vehículos bajaron en más del 20%. Mientras entre julio del 2010 y junio del 2011, hubo 11.590 robos comunes; en ese mismo periodo de 2011-2012, la cifra quedó en 8.987. Para los robos a mano armada, estos disminuyeron de 5.826 a 2.988. En cuanto al robo de vehículos, de 1.019 bajaron a 627. “Aunque son muchos más los indicadores que hablan bien de Cinturón Sur, escogimos estos porque son los que más determinan la sensación de victimización entre los habitantes de una comunidad”, expresó Garré.

Al evento en Pompeya también asistió el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien se refirió al compromiso del Gobierno Nacional frente a la recuperación de los espacios públicos para la vida y el disfrute de los ciudadanos.

Los miembros de distintas organizaciones sociales y políticas aplaudieron las cifras y el anuncio que hizo la ministra: el lunes 20 de agosto llegarán 300 efectivos más de Gendarmería para completar el mapa inicial del Plan Cinturón Sur.

Nilda Garré también explicó que la intención del Ministerio de Seguridad de la Nación es poder llegar a otros lugares con problemáticas similares a las aún existentes en los barrios del sur de Buenos Aires, con el propósito de probar modelos en que los ciudadanos tengan mayor participación en las políticas de seguridad y territorio, como una policía de prevención más que de acción represiva. Finalmente, la ministra se refirió a la necesidad aún persistente de transformar las fuerzas policiales para que no sean instrumento de poder de unos pocos, sino que puedan ser útiles a los ciudadanos de todo el país.

Nilda Garré a propósito de Cinturón Sur by Margarita Isaza Velásquez