El Rubio del Pasaje

El juicio por el crimen de Facundo Rivera -el Rubio del Pasaje- entró en la etapa final. Ayer fue el turno de los alegatos: el fiscal pidió 11 años para Pablo Rearte y la querella la absolución de los tres acusados. “Hay que analizar las pruebas en forma completa, total”, dijo Claudio Orosz, representante de la familia de Facundo. El viernes los jueces darán a conocer la sentencia.

Sin Facundo no hay justicia.-

Fiscalía pide 11 años para Pablo Rearte

Fiel a la hipótesis que sostuvo el Fiscal de Instrucción Alejandro Moyano al inicio de la causa -hoy es Fiscal General- el primer alegato de la fiscalía dividió la causa en dos hechos: asesinato y ocultamiento del cuerpo. Sobre el primer hecho, el fiscal Diego Albornoz afirmó que no tiene dudas que existió y aunque no tiene pruebas suficientes para imputar a Aldo Monje, sí cree que es posible que a Facundo lo hayan cremado. Monje “no tiene la capacidad para organizar” el ocultamiento del cuerpo dijo el fiscal.

Acerca del vínculo entre Facundo y Luciano Calderón -acordeonista del músico Damián Córdoba-, aseguró que había una relación amistosa entre ambos: el nexo, era la droga. Afirmó también que lo ocurrido en el local La Morocha -una semana antes de la desaparición- es un ejemplo “importantísimo”. Esa noche, Calderón esperaba en la puerta del baile al “Rubio”, lo hizo pasar sin que lo revise la policía. Según los testigos, llevaba cocaína. “Estoy convencido de que las bolsitas que llevaba el Facu era droga para Calderón”, dijo el fiscal.

Para Albornoz, Facundo era el “delivery” del músico, varios testigos declararon que el acordeonista usaba a sus fans para proveerse de drogas a cambio de que luego los deje entrar gratis a los bailes. Señaló a los acusados -Pablo y K. L.- como vendedores de drogas ilegales y como los que asesinaron al “Rubio” luego de una pelea siendo el menor de edad quien habría disparado el arma. La acusación se fundó en la declaración de una “testigo clave” que dio detalles del hecho aunque se puso en duda que se haya tratado de un disparo accidental: en el testimonio nunca mencionó que K.L. haya tirado la correa de la pistola 9 milímetros. Para el fiscal, no habría manera de que se produjera el disparo sin esa maniobra previa, con lo cual se requirió voluntad para hacerlo.

De la investigación por la muerte de Facundo Rivera, también se desprenden redes del narcotráfico. El fiscal pidió que se investigue a Luciano Calderón por “falso testimonio” y también las relaciones entre el tráfico de estupefacientes con el negocio del cuarteto. Pidió once años de prisión para Pablo Rearte mientras que la situación legal de K.L. será tratada en el Juzgado de Menores. Lo último, fue la absolución de Monje por el beneficio de la duda.

“Pedimos la absolución de los tres imputados”

“Hay que analizar las pruebas en forma completa, total”, dijo Claudio Orosz al comienzo de su alegato. Desde entonces, comenzó a plantear distintos puntos débiles de la causa. En primer lugar, puntualizó que los tres amigos que acompañaron al Rubio del Pasaje hasta el Estadio del Centro “no notaron que Facundo tuviera algún apuro”, refiriéndose al viaje a Tucumán. De la investigación surgió que Facundo podría haber viajado a Tucumán si le compraba droga a Luciano Calderón.

“Es obvio que Luciano Calderón nos mintió como si fuéramos del jardín de infantes”, sentenció el querellante al recordar los mensajes intercambiados entre el acordeonista y el Rubio.

A su vez criticó las distintas hipótesis de investigación que circularon. Entre ellas: una que afirmaba que Facundo era un narcotraficante, con el pseudónimo de Gastón, que trabajaba para una banda llamada “Los Tucumanos” y que lo habían acribillado por intercambiar mensajes con una tucumana; dicha versión se difundió tres meses después de su desaparición.

La querella también resaltó el testimonio de la oficial Ludueña al testimoniar que “en la cremación estaría embrollado un policía y un tal Pato”.

También Orosz resaltó que la teoría que incriminaba a Pablo Rearte a y K.L. tomó estado público en una entrevista televisiva a fines de 2012, y que ellos mismos habían sido notificados por la policía, cuando ni siquiera estaban imputados. “Ellos conocían la hipótesis y nosotros dos no”, señaló Orosz en alusión a él y a Viviana Alegre, dando entender que se había quebrado el secreto de sumario.

Con respecto al viaje por la línea de colectivo E2, la querella puso en duda que el “Rubio” lo haya tomado para dirigirse a barrio Maldonado. Para eso, se basó en el testimonio de un amigo de él, quien señaló que la mañana de la desaparición se subieron a un colectivo E7. Facundo le preguntó al chofer si el vehículo iba para General Paz, y como la respuesta fue negativa, se bajó; llevando a la duda si realmente tenía intención de dirigirse a la vivienda de la “Colela” Rearte.

A partir de ello, la querella enfatizó una incompatibilidad en los horarios. Según la investigación, la banda de Damián Córdoba partió a Tucumán a las 6 de la mañana. Facundo salió del Estadio Centro, tambaleándose y “tomado”, según los testigos por la posible ingesta de alcohol. Los GPS de la central de colectivos señalan que una línea E2 llegó a la parada donde lo habría tomado el Rubio a las 5:55am. Y que su llegada a Maldonado, en la parada más cercana a la casa de la Colela Rearte, fue a las 6:15am. La distancia entre esa parada y la vivienda es de 5 cuadras. Según la palabra de la “testigo estrella”, ella misma se bajó de un remis a las 5:45am y caminó dos cuadras hasta llegar a un kiosco, donde asegura haber visto el asesinato. “Todo sucedió a las 6 de la mañana -enfatiza Claudio Orosz, en alusión al homicidio-. Cuando a esa hora, Facundo estaba en la parada de colectivo”.

Además, aclaró que distintos testigos le aseguraron que el último comisario a cargo de la causa, Rafael Sosa, ya tenía resuelto toda la causa. Se trata del mismo que está imputado por asociación ilícita por el “narcoescándalo”.

También resaltó el testimonio del “Palomo” -policía activo que se desempeñaba como el guardia personal de Damián Córdoba- aseguró haber visto a uno de los hijos de la Colela Rearte y al Chancho Sosa -sindicado de ser uno de los principales narcotraficantes de la seccional quinta-, en el camarín del famoso cuartetero y líder de la banda.

La querella también criticó la falta de investigación sobre el posible uso de un móvil policial de la comisaría quinta. Sobre los resultados del luminol, puso en duda que sus resultados confirmaran la existencia de sangre, y que si así lo fuera, tampoco podría aseverar si pertenecía a Facundo. Finalmente, sentenció: “Aldo Monje resultó ser un “perejilazo”.

“No tenemos seguridad ni certeza que fueron ellos. Por eso pedimos la absolución”, señaló Orosz a los imputados. Solicitó además que se investigue al oficial Luna, quien mandó a un joven como infiltrado en el barrio -el mismo testigo que había sido amenazado momentos previos de dar su testimonio en el juicio- y que el fuero federal tome el caso como desaparición.

La palabra de la defensa

Para los dos abogados de Aldo Monje -Mirolo y Roncaglia- nunca se pudo probar la relación entre los Rearte y Monje, ni con ninguna persona que sí pudiera entrar al crematorio. “Lucero es la punta de ovillo que apuntó a Monje”, señaló la defensa, en alusión al testigo que asegura que Monje le confesó haber cremado el cuerpo. Entre Lucero y Monje nunca hubo una relación cercana. “No hay grado de certeza para declararlo culpable de tal empresa criminal”, apuntalaron los abogados, debido a su baja capacidad mental como así también por sus insistentes bromas que realizaba a sus compañeros.

Cobró fuerza la presencia policial permanente en el crematorio: “Es imposible cremar a alguien sin que el personal se entere”.

El abogado de Pablo Rearte, Pablo Javega, hizo hincapié en que la “testigo estrella” apareció ante el fiscal sin explicar cómo llegó hasta ahí. Aunque también resaltó que, según ese testimonio, Rearte intervino en la pelea entre K.L. y Facundo -momento previo al homicidio-, en donde su cliente intervino “tironeándolos”: no hubo, según la defensa, una división de tareas premeditada.

El luminol es reactivo a cualquier cosa que contenga hierro. Para Javega, que haya dado positivo dentro del auto de los Rearte no significa de que ahí haya habido sangre. “Lo único probado es que Facundo Rivera Alegre fue a un baile”, declaró. Pidió la absolución de Pablo Rearte porque no incumplió ningún deber de cuidado.

Javega puso en duda el planteo de Albornoz sobre la correa del arma: afirmó que hay modelos de arma 9mm. que pueden dispararse por sí solas, por el solo hecho de haber recibido un golpe.

La defensa del menor imputado, a cargo de José Fiorenza, simplemente se remitió a la edad de K. L. al momento de cometer el hecho.

Sentencia

Terminados los alegatos, el Tribunal y las partes acordaron dictaminar la sentencia para el viernes 28 de agosto a las 9:30.

Fiscal Moyano: “No me corresponde opinar”

Esta mañana, el fiscal general Alejandro Moyano realizó una conferencia de prensa en respuesta a un informe televisivo de Buenos Aires que hablaba sobre el narcotráfico en Córdoba. Moyano defendió el accionar de la policía y dijo que el gobierno provincial sólo se dedica a perseguir el narcomenudeo. Recordemos que Moyano fue el fiscal que instruyó la causa del Rubio del Pasaje y que elevó la causa a juicio.

Consultado por el diario Día a Día sobre su opinión del juicio, declaró: “No estoy participando, no me corresponde opinar”.