Por redacción – diario El Universo, Guayaquil.

El comandante de la policía de Quito, Juan Carlos Rueda, pidió hoy disculpas públicas por los sucesos que protagonizó un grupo de agentes hace un año durante una sublevación, que el Ejecutivo interpretó como un intento de golpe de Estado.

Las disculpas las ofreció durante un discurso en la sede del Regimiento Quito, donde hace exactamente un año comenzó una protesta policial por reivindicaciones salariales que terminó en un alzamiento.

“Quiero pedir disculpas por lo que sucedió en ese fatídico día”, apuntó Rueda, quien pidió excusas públicas también a los familiares de los fallecidos y a los heridos.

Ese día murieron 5 personas en Quito por los enfrentamientos entre agentes sublevados y las fuerzas leales al Gobierno, y otras cinco en Guayaquil porque la policía dejó de patrullar.

Recalcó que él asume “en nombre de sus compañeros el deber histórico y ético de responsabilizarnos ante el pueblo por los hechos vergonzosos de aquel día”.

En el mismo recinto, Patricio Franco, comandante General de la Policía, apuntó en su discurso que ser policía del Ecuador es saber decir, entre otros, “me equivoqué y proponerse no cometer el mismo error”.

“Ser policía de Ecuador es levantarse cada vez que se fracasa con un espíritu de aprendizaje y superación”, dijo, poco antes de pedir a la tropa presente que coree la trilogía de la institución “valor, disciplina y lealtad”.

Según datos del Gobierno, 1.199 policías y militares protagonizaron el 30 de septiembre de 2010 una inédita protesta salarial que luego derivó en un alzamiento de proporción.

El presidente del país, Rafael Correa, que había acudido esa mañana a hablar con los agentes sobre sus inquietudes salariales, fue agredido y se refugió en un hospital de la Policía, del que sólo pudo salir en la noche tras una operación de rescate, en medio de un intenso tiroteo.

Correa consideró que en esa jornada hubo un intento de golpe de Estado en su contra, instigado por grupos de oposición y “malos oficiales” de la Policía.