Gabriela tenía 37 años. Su cuerpo fue encontrado el 10 de marzo por dos paseantes en el Parque Roosevelt. Fue asesinada con dos balazos en la nuca. No le habían robado el dinero que llevaba. Como casi todas las mujeres trans uruguayas su única posibilidad laboral era el trabajo sexual. Hasta el momento, la Policia no obtuvo datos que le permitan identificar a los autores del crimen.

En la misma zona, una semana antes, una trans conocida como la Brasilera, de 30 años,  recibió cinco balazos. Llegó con vida al hospital pero falleció poco después.

El colectivo LGTTB Ovejas Negras denunció que los medios no le dieron importancia a estos asesinatos: “Nos preguntamos por qué, en un país donde las noticias policiales ocupan enormes espacios de la televisión y la prensa, en estos casos nadie se molestó por preguntar y comunicar el nombre de las víctimas, contactar a sus familiares o amigos, buscar posibles causas del asesinato, ni siquiera en respetar su identidad de género.”