mueren dos niños al incendiarse un taller textil en FlorestaCosecha Roja.-

El incendio comenzó cuando dormían. Los dos niños de siete y diez años no pudieron salir del sótano y murieron en el taller de costura textil que funcionaba en Páez y Condarco, en el barrio porteño de Flores. Los adultos pudieron escapar al fuego: una mujer de 40 y un hombre de 45 fueron atendidos en el Hospital Álvarez con graves quemaduras. Los vecinos contaron que una de las puertas de acceso estaba semi-tapiada y que en el subsuelo vivían varias personas con chicos. La semana pasada la justicia detuvo a un matrimonio que torturó durante más de dos años a una mujer en otro taller textil de Villa Celina.

El fuego empezó pasadas las 10 y media de la mañana. Un vecino llamó al 911 y a la planta baja de Páez al 2700 llegaron los policías de la Comisaría 50, el SAME y los bomberos. “Normalmente en estos lugares las instalaciones eléctricas son demasiado precarias y no habría que descartar que un cortocircuito haya sido el causante del incendio”, dijo Claudio Maggi, a cargo del operativo que de los bomberos de la Policía Federal. Los procedimientos se complicaron porque la puerta estaba semi-tapiada y porque hubo un pequeño derrumbe dentro del edificio.

Amparo Menchaca y Julián Rojas sobrevivieron. Vivían en el viejo edificio con los dos niños que murieron: uno era un hijo de crianza y el otro un sobrino. Todos venían de Bolivia, según publicó Infojus Noticias. Cuando declararon ante la policía, dijeron que trabajaban en el lugar por decisión propia. Según la Agencia Gubernamental de Control, el lugar no tenía habilitación

En la casa la policía encontró máquinas para la confección de ropas y rollos de tela. Los objetos encontrados coinciden con los relatos de los vecinos sobre el taller textil. La causa quedó a cargo de la fiscalía de instrucción 22. El fiscal José Cubría investiga la muerte de los niños bajo la carátula “incendio seguido de muerte” y el origen del incendio.

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En una casa del barrio Sarmiento, el matrimonio de Eliana y Abdón torturó a Rosa durante dos años y medio. No tenía cama: dormía tirada en el piso, atada y desnuda. Tampoco tenía DNI, comida ni forma de comunicarse con la familia, que vive en Bolivia. La hicieron trabajar en un taller textil doméstico hasta que la semana pasada la Justicia detuvo a la pareja. Rosa -que había llegado al país con la promesa de un trabajo- quedó internada por los golpes y las heridas.

Foto: Mariano Armagno / Infojus Noticias