Télam Buenos Aires 11/01/2013
Una banda internacional 
que distribuía pornografía infantil fue desbaratada luego de 61 
allanamientos realizados en distintos puntos del país, en el marco 
de una investigación iniciada en 2011, que tiene a 28 personas 
imputadas.

Foto: José Casal/Télam/cb

Cosecha Roja.-

Una red internacional que distribuía pornografía infantil fue desbaratada a partir de 61 allanamientos realizados en 10 provincias. Luego de dos años de investigación, la división de Delitos Informáticos de la Policía Federal logró detectar a 28 usuarios que publicaban y difundía imágenes de menores.

La investigación comenzó en febrero de 2012, cuando llegó a través de Interpol un comunicado de la Justicia sobre una red que distribuía pornografía infantil que podría tener varios de sus miembros en el país.

Según explicó a Cosecha Roja el subcomisario Víctor Chanenko, que estuvo a cargo de toda la investigación, la Justicia de Gran Bretaña detectó que un número importante de usuarios que alojaban el material en servidores ingleses provenían de Argentina. A partir de las IPs (código numérico que utilizan las computadoras al conectarse a Internet), los especialistas de la Policía lograron identificar a los usuarios locales.

Después de un seguimiento en los domicilios identificados, el juez de Instrucción Manuel de Campos, a cargo de la causa, ordenó 61 allanamientos en 10 provincias, que se realizaron durante los últimos quince días. Durante el operativo, llamado “Operación Oliver” se secuestró gran cantidad de material informático (computadoras, discos rígidos, cámaras de fotos, filmadoras, celulares) que servirían de prueba.

El juez Manuel de Campos explicó durante una conferencia de prensa que se trataba de una red que tenía “conexiones internacionales”. En la causa hay cerca de 30 imputados y ningún detenido. Se los acusa del delito de “publicación y difusión de imágenes de pornografía infantil”, que tiene una pena de entre uno y cuatro años.

El subcomisario Chanenko explicó que se trataba de una red virtual, de usuarios que mantenían contacto a través de Internet. De esta manera, vía mail o en foros, compartían material pornográfico.

La producción de las imágenes difundidas no se habrían producido en el país. Pero los investigadores no descartan que a través de los peritajes que se realicen sobre el material incautado pueda encontrarse nuevas conexiones locales e investigarse nuevos delitos.