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Varias organizaciones sociales denunciaron que el lunes por la mañana la policía de Miramar secuestró y torturó a un militante por la diversidad llamado Lautaro, de 17 años. Según la denuncia, la policía lo interceptó a la salida de la escuela en un auto de civil, al que lo obligaron a subir a punta de pistola. De allí lo llevaron al vivero local, donde lo tajearon con cuchillos y lo quemaron con cigarrillos.

Según el sitio 0223.com.ar, sus padres ya habían presentado dos Habeas Corpus denunciando que desde el verano pasado el joven era perseguido por la policía. Lo tenían en la mira, dijo la madre, porque “tiene cresta, aros y usa borcegos negros”. Ambas presentaciones fueron rechazadas por “inconsistentes”.

Amadi (Asociación marplatense de derechos a la igualdad) denunció en su comunicado que la noche anterior al secuestro, “el mismo menor, y un grupo de amigos fue víctima de abuso de autoridad” durante una requisa por averiguación de antecedentes. Mientras les pedían documentos y los revisaban, sigue el comunicado, uno de los oficiales que participó del operativo tomó a Lautaro por el cuello, lo golpeó contra el capot del patrullero y le dijo “pendejo, yo no te conozco ni vos a mí, te voy a desfigurar la cara a piñas y te voy a tirar en el vivero”.

lautaro2El lunes 14 , según la denuncia, el policía cumplió su amenaza. Luego de hacer subir a Lautaro a un auto de civil, fueron al Vivero Dunícola Florentino Ameghino. Allí, dice el comunicado de AMADI, con el menor encapuchado, lo hicieron bajar del auto a golpes y cortes de navaja.

“Una vez dentro del Vivero, lo continúa golpeando, le produce cortes en la zona del abdomen, lo quema con cigarrillos y lo amedrenta y amenaza de muerte, con frases como “ahí te voy a fusilar” (señalando un cruz realizada con tajos en el pecho del menor)”, sigue la denuncia.

La familia del adolescente se contactó con varias organizaciones sociales, entre ellas la APDH y Frente Antirepresivo de Mar del Plata. La causa judicial por las torturas y el secuestro quedó en manos de la Fiscal de General Alvarado, Ana María Caro.

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