Rocio quiroz - la capital

Cosecha Roja.-

A Carolina Aranda la mataron de un tiro en el corazón. A Eliana Zalazar le dieron cuatro, en la cara, el pecho y el brazo. Era una madrugada de agosto de 2011 y salían de Planeta, el ex Mogambo, un boliche de Rosario. Por la avenida 27 de Febrero, en contramano, apareció una moto con dos personas. La que iba atrás llevaba una pistola 9 milímetros que disparó contra las amigas. La única imputada por  homicidio agravado por uso de arma de guerra es Rocío Quiroz. Ella juró que es inocente y denunció a la policía: “Me dijeron que si me hacía cargo salía en pocos días”. Hoy la justicia la condenó a 20 años de prisión.

Los fiscales Lucía Álvarez y Carlos Covani habían pedido una pena de 25 años. Los jueces Edgardo Fertitta, Ismael Manfrín y Julio César García la condenaron por homicidio doblemente agravado y uso de arma de fuego. Según informó el diario La Capital, cuando terminó la lectura de al sentencia, los familiares de las víctimas aplaudieron. Luego hubo corridas en los pasillos porque intentaron agredir a Quiroz.

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A Eliana le gustaba bailar. Estaba en cuarto año de la escuela y cuando terminara quería ser policía. Era la menor de tres hermanos y hacía poco había invitado a una amiga a quedarse a su casa. “Carolina vivía con nosotros en casa porque se había peleado con la mamá”, dijo a Cosecha Roja Edith Barreto, la madre de Eliana. Como a ella le gustaba la cumbia santafesina y era fanática de Sergio Torres, iba a verlo siempre que podía. La noche del 27 de agosto el cantante se presentaba con La Liga en el escenario de Planeta, un boliche de la zona sur de Rosario. Las amigas fueron juntas.

-Viejita, mañana vengo a comer con Caro. Preparanos pizza-, le dijo Eliana a Edith.

Pero nunca volvieron. A las 5.40 salieron de Planeta y compraron un pancho a dos cuadras del boliche. Cuando se sentaron en una vereda de la Avenida 27 de febrero al 4100, escucharon una moto que venía de contramano por la avenida. Viajaban dos personas, un hombre y una mujer, que les dispararon con una pistola 9 milímetros. Las chicas murieron en el acto.

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En 2011 Rocío Quiroz tenía 19 años y la noche del crimen también había ido a bailar a Planeta. “Las chicas tenían una disputa porque Rocío tenía problemas con el novio de Carolina, le gustaba”, dijo a Cosecha Roja la fiscal del caso, Lucía Aráoz. Cada vez que Rocío lo veía, lo buscaba.

El 9 de septiembre, dos semanas después del asesinato de Carolina y Eliana, la policía detuvo a Rocío en la zona norte de Rosario. Allanaron su casa y encontraron una campera blanca. La noche del crimen un policía del comando radioeléctrico dijo haber visto la moto cuando escapaba y aseguró que la persona que iba como acompañante tenía una prenda del mismo color.

Carlos Martínez, el ex subjefe de la Brigada de Homicidios de Rosario, dijo que el juez Hernán Postma les ordenó tomarle declaración adelante de dos testigos, dentro de la comisaría. “No le di lectura de los derechos pero no sé si otro sumariante lo hizo”, dijo Martínez en el juicio. Tampoco recordaba si le habían ofrecido un abogado a Rocío.

“El policía me dijo que en pocos días quedaría en libertad si confesaba”, dijo Quiroz durante el juicio.  La joven contó que iba a hacer lo que los policías le ordenaran. “También me pidieron que señalara en unas fotos a un pibe como el que me habría dado el arma, pero yo no lo conocía. Firmé la hoja con la declaración y me llevaron a la alcaidía de mujeres, donde estuve tres días incomunicada”, agregó.

La defensora oficial Graciela Sanmiguel busca probar que Rocío no tuvo nada que ver: la acusación está basada en una prueba poco “sólida (la campera) y en una supuesta confesión fue hecha sin la asistencia de un abogado”. Para la fiscal Aráoz ese argumento se cae porque hay un testigo que asegura haberla reconocido en la escena del crimen.

A Rocío la encerraron en una pieza y cuatro policías le dijeron que ella era la culpable, que tenían fotos y filmaciones que la comprometían. “¿Por qué me voy a hacer cargo si yo no fui?”, publicó el diario La Capital de Rosario cuando la joven declaró. “Los policías me dijeron que si me hacía cargo iba a salir en pocos días porque no tenía antecedentes. Además, si iba a la cárcel, las presas me iban a violar, a pegar y a robar”, agregó.

Quiroz fue la única imputada en el caso. Marcelo Suárez había sido acusado de ser el responsable de manejar la moto, pero la imputación no llegó al juicio por falta de pruebas. El tribunal oral está integrado por los jueces Edgardo Fertitta, Ismael Manfrín y Julio César García y se espera que esta semana terminen con las audiencias.

Foto: C. M. Lovera / La Capital