Con información Telam y Diario Patagónico.-

Gabriela Córdoba, una joven de 27 años, estaba desaparecida desde el 7 de agosto de su casa de Comodoro Rivadavia. La policía de Chubut la rescató en un paraje cercano a Paso de Indios, donde permanecía cautiva por un ex compañero de escuela acusado de cuatro hechos de violación.

El hallazgo de Córdoba fue confirmado por el jefe de la Brigada de Investigaciones de de la policía chubutense, Leonardo Bustos, quien explicó que la joven “fue encontrada con vida, aparentemente sin consecuencias físicas visibles, pero muy atemorizada por todo lo que pasó”.

“Volví a nacer” le dijo Gabriela a su hermana Zunilda el domingo a la noche cuando la abrazó fuerte en el reencuentro. Volvía de 19 días de cautiverio, desde el martes 7 de agosto cuando fue en busca de una propuesta laboral y terminó deambulando en medio del campo, obligada por su secuestrador, Francisco Bayón

Bayón está acusado de cuatro violaciones, y será sometido a juicio oral por dos de estos casos. A pesar de las acusaciones en su contra, estaba libre por decisión judicial.

Según la investigación, Gabriela se habría encontrado casualmente con Bayón en un supermercado pocos días antes de su desaparición. El hombre le ofreció un trabajo bien remunerado. Gabriela solo tenía que presentarse en la empresa que Bayón administraba en el barrio Astra.

El martes 7 de agosto, salió de su trabajo como empleada de hogar en una vivienda del barrio Médanos y decidió cumplirle la cita a su ex compañero de la primaria. Avisó a sus allegados que se dirigía a Astra. Fue lo último que se supo de ella hasta el domingo. Para sus familiares y amigos fueron 19 días de angustia, ruegos, pedidos y marchas. Gabriela no tenía forma de comunicarles la odisea que estaba viviendo, a causa de quien creía un buen amigo y resultó ser un violador serial.

La chica fue hallada en un paraje cercano a Punta Indio, a más de 400 kilómetros de Comodoro Rivadavia. Su captor la obligó a recorrer la mayoría del trayecto a pie. Amenazada con un cuchillo, tenía que marchar a campo traviesa. Según informó el Diario Patagónico, Gabriela era forzada a hacer fuego para calefaccionarse y cocinar lo que Bayón cazaba: piches y otros animales.

La policía dio con Córdoba tras una exhaustiva pesquisa que se inició con la denuncia de su familia, radicada luego de su desaparición: “Teníamos el dato que una pareja había sido vista caminando en la zona próxima a cañadón Ferrays, pasando Astra”, explicó el jefe policial.

Gabriela dejó señales en los sitios por donde iban pasando. Le entregó su cadenita a una familia de campo que les dio de comer una noche. Esta pista fue fundamental para dar con su paradero.

El rastrillaje por el campo se hizo con la ayuda de la división Canes de la policía del Chubut. Los investigadores lograron hablar con un hombre que levantó a Bayón y Córdoba en la carretera. El testimonio del testigo permitió que la policía localizara a la víctima y a su captor en la banquina de la ruta nacional 25, sobre la mano que va a Esquel.

Bayón no se resistió al arresto. “Esta persona estaba a punto de enfrentar dos juicios orales por causas de violación y tiene otros dos casos pendientes que se están investigando. Estaba libre por la decisión de la jueza que lo había dejado bajo la tutela de su madre a pesar de tener 27 años”, explicó el jefe policial.

Bayón quedó detenido y fue alojado en la alcaidía policial de Comodoro Rivadavia, a disposición del juez de turno.