seminarioCosecha Roja-.Comenzó el seminario Desafíos en la cobertura periodística sobre drogas, organizado por la Asociación Civil Intercambios con el auspicio de Cosecha Roja y la Red de Periodistas en Salud. “La intención de este año es promover la formación de periodistas comprometidos con la cobertura de los problemas con las drogas, desde una perspectiva vinculada al respeto de los derechos humanos”, expresaron desde Intercambios.

En una sala del Senado de la Nación y con la presencia de casi treinta periodistas de Latinoamérica, se habló de la prohibición como concepto encrucijada: donde las drogas son sustancias prohibidas y el uso es mirado como un “desvío de la norma”. El punto fue que este concepto engendra dos lógicas discursivas: la sanitaria, de cura, y la punitiva, de control.

Graciela Touzé, presidenta de Intercambios, introdujo a los participantes en los antecedentes del sistema internacional de control de drogas, desde la noción de prohibición promovida por la Convención de Naciones Unidas 1961 (donde se postuló la prohibición de plantas como amapola, coca y cannabis), hasta la convención de 1971, donde se amplía el campo de prohibición y se incluye a los psicotrópicos de la industria farmacéutica. “Fue en la convención de 1988 cuando se robustecen las líneas de control con sistemas represivos, con medidas relacionadas, por ejemplo, con la criminalización de la posesión personal”, dijo Touzé.

Según el análisis de los informes, la diferencia fundamental entre la convención de 1961 y la de 1988, fue trasladar la preocupación de la cuestión sanitaria a la penalización como herramienta de control social, para así crear una medida de seguridad alternativa.

Para cerrar el primero de los debates que se harán durante la jornada de hoy, Touzé pidió “coherencia entre el sistema de fiscalización de drogas y el sistema de derechos humanos”, y llamó a no criminalizar ni sobreproteger, porque “ pensar que todo consumidor tiene un problema y necesita ser tratado es uno de los estigmas que se promueven”.