Cosecha Roja.-

Se entregó el concejal Julio Vélez, acusado de asesinar a su esposa en julio del 2010. Estaba prófugo y ya Interpol había emitido una circular roja. Lo buscaban en la frontera colombo-venezolana. Esta mañana llegó al comando de la Policía de Norte de Santander, acompañado de su abogado. La muerte de María Claudia Castaño, que en un principio fue considerada suicidio, hoy se investiga como homicidio.

Un juzgado de Cúcuta, ciudad colombiana en la frontera con Venezuela, había dictado la orden de captura en contra del político del Partido Social de Unidad Nacional, como una medida para investigar a fondo las causas del crimen. Vélez, miembro de la alta sociedad regional, no compareció ante la Justicia, y, por ello, desde el 12 de agosto, era buscado con circular roja, en más de 180 países, por la Policía Internacional. Hoy se entregó.

Antes de la huida, el concejal ya había estado preso por la misma causa, pero presentó un recurso jurídico, tutela, que le permitió quedar en libertad, a comienzos de julio. Debía continuar colaborando en los tribunales hasta que se aclarara su responsabilidad. El Juzgado Penal N.º 2 de Cúcuta consideró que la recaptura era necesaria. Héctor Castaño, padre de la víctima, dijo a los medios: “Hay dudas, sobre todo porque podría haberse ido a Cúcuta. Sabemos que él tiene cédula venezolana. Ese fue uno de los argumentos que usó la Fiscalía al momento de pedir su aseguramiento porque se temía que no fuera a comparecer a las diligencias judiciales”.

Según el fiscal a cargo, es el principal sospechoso de asesinar a María Claudia Castaño, de 21 años, con quien estaba casado desde hacía cuatro meses.

Medicina Legal dictaminó que ella se disparó en la cabeza, en su propia casa. La historia parecía el trágico final de una ama de casa deprimida, pero algunas circunstancias que rodearon el supuesto suicidio hicieron sospechar a los familiares la posibilidad de un crimen.

Los padres de Castaño no quedaron conformes con el dictamen inicial y contrataron a un perito privado para que repitiera los análisis. Según el forense Máximo Duque, ex director de Medicina Legal, la bala que mató a la mujer entró por el lado izquierdo del cráneo y ella era diestra, lo que ya implicaba un manejo irregular del arma de fuego. Los familiares de la víctima empezaron a sospechar del esposo, el concejal Julio César Vélez.

Según el concejal, se trató de un suicidio, como consecuencia de una pelea conyugal. Explicó que durante la discusión, su esposa amenazó con quitarse la vida, y que minutos después, frente a él, disparó el arma.

La familia de María Claudia Castaño no está segura de esa versión. Es extraño para ellos que el hombre se demorara en llevarla al hospital y que, al hacerlo, la metiera en el baúl de su camioneta, envuelta en una sábana, y no en los puestos de atrás. Además, afirma la madre, Patricia Avendaño, “María Claudia estaba llena de ilusiones por pasarse al apartamento en el que viviría con su esposo”.

Para ellos, ya es un triunfo jurídico que la muerte de su hija no se catalogue más como “suicidio”, pero esperan que el 21 de agosto, día en que debe legalizarse el pedido de captura contra Vélez, él aparezca en los tribunales y ayude a esclarecer lo que pasó el 16 de abril del 2010.