Postales feministas del sueño chileno que Boric no podrá olvidar

Desde sus compañeras de militancia universitaria que ahora son parte del gabinete, pasando por las cabras arriba del molinete del subte hasta las tesis en la tapa del Times. Las imágenes de los feminismos chilenos como protagonistas del cambio más importante de los últimos 50 años son también un recordatorio para el presidente electo: hay un movimiento atento y potente con demandas urgentes.

Postales feministas del sueño chileno que Boric no podrá olvidar

Por Natalia Arenas
11/03/2022

Agrupados así, uno al lado del otro, forman un símbolo de paz. Son sólo algunos de los cientos de cartuchos de gas lacrimógeno que dispararon los carabineros en una de las tantas marchas estudiantiles. En cuclillas, en medio de ese emblema, una Camila Vallejo que apenas supera los 20 años mira hacia la cámara.

Es 2011 y la imagen recorre el mundo. También lo harán otras de Camila con el puño en alto. La rebelión contra el gobierno derechista de Sebastián Piñera la encabezan los estudiantes. Y la lidera una mujer.

¿Qué otras imágenes tenemos de aquel Chile hasta el día en que el diputado y, como Camila, ex líder estudiantil, Gabriel Boric, hizo historia al ganarle al candidato de ultraderecha, José Antonio Katz?

Cientos de pibes y pibas de escuelas secundarias saltan los molinetes del metro. Es octubre de 2019 y, ante el aumento del boleto del transporte más caro de toda Latinoamérica, el ministro de Economía chileno sugiere “madrugar” para aprovechar el descuento de hora no pico. Las pibas se sientan en “posición de indio” en los molinetes. Llevan pañuelos que les tapan la nariz y la boca: las protegen de los gases que, saben, están por llegar. Algunas se paran. Cantan, bailan, desde arriba. La rebelión la encabezan les estudiantes y los feminismos.

A los días un joven descamisado se alza en la punta de la estatua de un héroe militar y ondea la bandera mapuche. A su alrededor hay humo, miles de personas, banderas y colores naranja fuego. Chile despertó se vuelve hashtag.

Un mes después una centena de mujeres con los ojos vendados interviene las calles de Valparaíso, Santiago y otras ciudades de Chile con una coreografía. Cantan: “Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía. El violador eres tú”. La canción se vuelve himno y los movimientos feministas de todo Latinoamérica se la apropian. Las Tesis llegan a ser nombradas personalidad influyente del año por la revista Times.

En el Chile post Pinochet hay una democracia de pacotilla, donde no hay espacio para los derechos de lxs trabajadores, las mujeres, las diversidades y lxs originarixs. Por eso son todxs ellxs quienes vienen liderando el cambio irreversible.

La foto que viene acompañando el proceso histórico que está viviendo Chile es la de la derrota pinochetista. En octubre de 2020, el pueblo le dijo sí a un proceso constituyente que terminara con la Constitución escrita en dictadura. Y en 2021 lo ratificó, al votar a lxs miembrxs de esa Convención Constituyente. La de Chile será la primera constitución del mundo redactada con paridad de género y con representación de las naciones de los pueblos originarios.

Para la directora de la organización feminista chilena Corporación Humanas, Mariela Infante, el rol del movimiento feminista “fue clave para lograr esta salida institucional que es la convencion constitucional”.

“Cuando ocurre la revuelta de octubre de 2019, donde convergen malestares y demandas por dignidad, por derechos sociales, por inclusión, aparecen diferentes movimientos sociales: el feminismo, los pueblos indígenas y las diversidades sexuales”, dice.

Infante recuerda que, además de sufrir un endeudamiento y empobrecimiento de la clase media, que tiene que pagar por salud, educación y pensiones, en el contexto latinoamericano Chile es un país atrasado en cuanto a derechos de las mujeres. “La ley del divorcio recién salió en 2005, el aborto por causales lo tuvimos 30 años después de iniciada la democracia. Estábamos instalados en una realidad conservadora”, explica.

El movimiento feminista no sólo fue fundamental en el proceso de la convención constituyente, sino en su conformación paritaria y con escaños reservados para pueblos originarios. “Este también es un logro del movimiento feminista articulado con parlamentarias, con académicas, que generaron una presión bien importante, porque en el acuerdo inicial no habia nada de eso”, dice.

Esa articulación permitió tener una convención diversa, representativa y paritaria. Y eso, explica Infante, es algo que no sucede en el Parlamento, donde la figura es el hombre heterosexual blanco abogado. “La convención constituyente da cuenta de la pluralidad del país”, dice.

La foto que confirma que Chile sigue haciendo historia sobre su propia historia es la de un candidato de izquierda presidente. El líder estudiantil, el compañero de marchas de Camila Vallejo, el joven de Punta Arenas que con 35 años se convirtió en el diputado más joven de la historia de Chile no sólo llegó a la presidencia sino que lo hizo ganándole al más conservador de todos los conservadores.

Boric no sólo cataloga a su gobierno de feminista sino que da un primer paso importante: el 21 de enero presentó a su gabinete, donde 14 de 24 ministrxs son mujeres. Así, Chile tiene el mayor porcentaje de mujeres a cargo de ministerios de América Latina: un 58 por ciento .

Mujeres que no sólo integran un Gabinete, ocupan espacios de poder real en carteras fundamentales: Interior, Defensa, Trabajo, Salud, Justicia, Secretaría General de Gobierno, Cultura, Medio Ambiente, Mujer, Deporte, Bienes Nacionales, Minería, Desarrollo, y Relaciones Exteriores.

Infante destaca que “no sólo son mujeres, sino que muchas de ellas son feministas, tienen una trayectoria, van a cambiar los espacios y van a abrirlos para otras mujeres. Esperamos que hagan realidad el sistema nacional de cuidados y la paridad real en todos los espacios”, dice. Es que en el Parlamento, por ejemplo, las mujeres no llegan a ocupar el 30 por ciento de las bancas.

En cuanto a agenda de género, el gobierno deberá ponerse al día con varias de las exigencias de los movimientos feministas. Es decir: tiene quiénes lo vigilen.

“No hay que olvidar que en diciembre estuvo en juego la democracia. El candidato que ganó en la primera vuelta no sólo es ultraconservador sino antiderechos”, dice Infante sobre Kats, quien en campaña había propuesto, por ejemplo, dejar sin efecto la ley de aborto por tres causales.

“Ese candidato republicano antiderechos sacó la primera mayoría en la primera vuelta, no hay que olvidarlo”, repite Infante y destaca que en Chile hay una especie de tradición electoral: quien gana en primera vuelta, gana en la segunda. ¿Y quiénes dieron vuelta esa tradición? Las mujeres.

“Las mujeres salieron a votar en forma masiva, porque vieron sus derechos amenazados. Entonces: la victoria de este gobierno que se asume feminista fue gracias a un electorado de mujeres que se movilizaron para ir a votar”, resume.

Hoy Latinoamérica mira a Chile. “Esta es la única ventana que se ha abierto para avanzar en nuestros derechos en 30 años”, dice Infante. Por eso cree que es el momento de generar cambios estructurales que vayan al núcleo de la división sexual del trabajo, con un sistema nacional de cuidados, por ejemplo.

Los movimientos feministas de todo el mundo también tienen el ojo en el país hermano. Y las feministas que forman parte del gobierno lo saben. Para este sábado convocaron a organizaciones y feministas autoconvocadas de distintos países de Latinoamérica y de Europa: Argentina, Bolivia, México,Brasil, Colombia, España y el País Vasco, entre otros.

Será un encuentro de intercambio de experiencias, de pensar los desafíos y de organizar resistencias.

“Vinimos en apoyo al movimiento feminista de Chile, no sólo protagonista de los cambios institucionales de las propuestas de resolución a las problematicas y deudas complejas del estado chileno, sino tambien que dio una base territorial a la revuelta que estalló en 2019”, cuenta a Cosecha Roja Laura Salomé Canteros, periodista feminista argentina.

“El feminismo en Chile tiene un origen socialista y eso habla profundamente de la historia que es la base para poder construir las propuestas del futuro. Un movimiento que se piensa fuertemente anticapitalista”, agregó y coincidió con Infante: “Los feminismos son totalmente protagonistas de esta etapa que inicia. Una nueva época que ojalá sea con todos los derechos para todas las personas todos los días”.

Natalia Arenas