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La designación hecha por el Departamento del Tesoro estadounidense, permitirá a las autoridades congelar cuentas de los miembros de la pandilla para tratar de evitar que el dinero producto de actividades criminales contamine negocios lícitos. La lista incluye a organizaciones como el cártel del narcotráfico Los Zetas y a las mafias Yakuza, japonesa, y La Camorra, italiana.

El Tesoro de Estados Unidos catalogó este jueves a la violenta pandilla centroamericana Mara Salvatrucha (MS-13) en su lista de los más peligrosos grupos criminales del mundo, lo que le brinda la autoridad legal para imponerle sanciones.

La Mara Salvatrucha está involucrada en “graves actividades criminales transnacionales como narcotráfico, secuestros, tráfico de personas, asesinatos, actividades mafiosas, chantajes, extorsión y ofensas migratorias”, resumió el Tesoro en un comunicado.

Esta medida es anunciada en momentos en que esa pandilla mantiene desde marzo en El Salvador una tregua con su rival, la Mara 18 (MS-18), lo que ha ayudado a reducir de 14 a 5.5 los homicidios diarios en ese país de América Central, la región más violenta del mundo según la ONU, debido al crimen organizado.

La tregua fue lograda a través de la mediación de un excomandante guerrillero y el vicario castrense, y aunque el presidente Mauricio Funes sostiene que su gobierno solo ha sido facilitador de la tregua, el ministro de Seguridad y la misma Iglesia han dejado claro que la disminución de la violencia interpandillas se concibió en el mismo despacho del ministro David Munguía Payés.

La pandilla centroamericana, con 30 mil miembros, se une así a las otras organizaciones criminales en la lista del Tesoro: el cártel mexicano Los Zetas, la Camorra italiana, la Yakuza japonesa y la organización “Brothers’ Circle”, en los países de la antigua Unión Soviética.

La MS-13, responsable de “numerosos asesinatos” en Estados Unidos, es “una de las pandillas más peligrosas y que se expande más rápidamente en estos momentos en el mundo”, dijo el subsecretario del Tesoro para el terrorismo e inteligencia financiera, David Cohen.

Las acciones del Tesoro se enmarcan en una estrategia anunciada por el presidente Barack Obama en julio de 2011 contra las redes criminales transnacionales, que busca sobre todo restringir su poder económico.

“Esta medida nos permite sancionar a los socios y redes financieras que sostienen a la MS-13, y le brinda herramientas adicionales a los cuerpos de seguridad en sus esfuerzos” contra la pandilla, que tiene unos 8.000 miembros en Estados Unidos, dijo Cohen.

Las sanciones permiten al Tesoro congelar los activos de sus miembros y prohibir toda transacción dentro del sistema financiero del país.

“Vemos una organización que tiene flujos financieros significativos”, por lo que Washington quiere “evitar que los use para infiltrar (…) negocios legítimos”, dijo Cohen.

Esta medida es un “primer paso”, que continuará posiblemente con sanciones específicas contra los líderes de la mara, sus familiares y las empresas que tengan nexos con ellos, agregó Cohen.

La Mara Salvatrucha, originada en las calles de Los Angeles por inmigrantes centroamericanos escapados de las guerras civiles que azotaban la región en la década de 1980, opera en El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Estados Unidos.

La sangrienta pandilla, que posee un lema que reza “Mata, roba, viola, controla”, toma su nombre justamente de la Calle 13 de la ciudad californiana.

La unidad antipandillas del Departamento de Seguridad Interior estadounidense ha detenido a más de 4 mil miembros de la Mara Salvatrucha desde 2006, y con esta nueva disposición legal consolidará su esfuerzo, indicó un comunicado de ese Departamento.

Tras el cese de los conflictos en América Central en la década de 1990, miles de inmigrantes fueron deportados desde Estados Unidos, y de vuelta en sus países, principalmente en El Salvador, los pandilleros comenzaron a formar células en barriadas pobres, desplazando a antiguas pandillas locales.

Los cárteles de drogas mexicanos y colombianos tienen desde hace años en las pandillas “enlaces” por toda Centroamérica, región por la cual transita la cocaína que envían desde Sudamérica a Estados Unidos.