Por Cristine Pires – Infosurhoy.com.-

Prevenir, tratar y combatir el delito – éstas son las tres grandes metas de un plan brasileño por un monto de R$4 mil millones (US$2.200 millones) para combatir el tráfico y uso del crack a nivel nacional.

“Creo que estos verbos expresan el [camino] correcto para lo que deseamos lograr con este programa”, dijo la presidente Dilma Rousseff el 7 de diciembre, en una ceremonia en Brasilia para presentar la iniciativa, según la Agência Brasil.

El plan se enfoca principalmente en uno de los grandes retos en la lucha contra esta forma altamente adictiva de la cocaína, a saber, su tratamiento.

Brasil invertirá R$670,6 millones (US$372,2 millones) para suministrar 2.462 millones de camas de hospital para tratar a los drogadictos en todo el país.

“Es muy importante que tengamos un plan que ponga el cuidado de salud como máxima prioridad”, dijo el ministro de Salud Alexandre Padilha. “Necesitamos eliminar a los traficantes y contrabandistas de drogas. Pero los adictos necesitan servicios públicos (que los atiendan)”.

Este plan, que será ejecutado a través de asociaciones con los gobiernos estatales y municipales, fue solicitado por los funcionarios locales.

El uso de crack y otras drogas es la causa del aumento de hurtos, robos y casos de violencia doméstica, según el estudio recientemente publicado “La visión de los municipios brasileños sobre la cuestión del crack”, el cual fue realizado por el Observatorio del Crack de la Confederación Nacional de Municipios (CNM).

De los 5.565 municipios de Brasil, 4.430 participaron en el estudio, y cerca de un 60% de ellos indicó que la falta de seguridad es uno de los principales problemas que enfrentan las comunidades.

Además de la violencia asociada al tráfico y consumo de drogas, los gobiernos municipales están preocupados también por las consecuencias en otras áreas, como la salud y la educación.

El estudio de la CNM informa que el 63,7% de las ciudades incluidas en la investigación menciona las deficiencias en la capacidad del sistema de salud para tratar a los drogadictos, ya que los funcionarios de los gobiernos locales dicen que la falta de recursos y de especialistas capacitados son las principales debilidades del sector.

Los Centros de Atención Psicosocial (CAP), que ofrecen rehabilitación de drogas a través del Sistema Único de Salud, tienen unidades en sólo 19% de los municipios, según la CNM.

Los funcionarios de los gobiernos municipales también están preocupados por el hecho de que hay estudiantes vendiendo narcóticos en las escuelas, problema presente en el 38% de los municipios encuestados.

El crack es un problema en 90,7% de las ciudades

El crack fue mencionado como la droga que tiene el mayor impacto en las comunidades, según el 90,7% de los municipios estudiados, mientras 78% de los mismos afirmaron que el problema más urgente era el crimen relacionado con drogas.

“Aunque las cifras son alarmantes, no me sorprendieron los resultados”, dijo Paulo Ziulkoski, presidente de la Confederación Nacional de Municipios (CNM). “Este estudio ofrece cifras que establecen claramente una situación que ya sabíamos que existía”.

Ziulkoski dijo que los funcionarios deben incrementar sus operaciones antidrogas, en particular a lo largo de la frontera.

“Los [710] municipios que comparten fronteras con otros países requieren ayuda en la lucha contra el narcotráfico”, afirmó. “Nosotros necesitamos unir fuerzas en la lucha contra las drogas”.

La CNM desea recopilar tanta información como sea posible sobre el crack y ofrecer una panorámica de su uso en Brasil.

La meta es publicar para abril de 2012 nuevas cifras que incluyan el número total de adictos al crack y otras drogas en Brasil

Los municipios responden a la violencia

La preocupación sobre la violencia ha llevado a los gobiernos locales a buscar soluciones, como es el caso de São Bento do Sul, en el estado de Santa Catarina.

Hace cinco años, esta ciudad de 75.000 habitantes creó el Consejo Municipal Antidrogas, una iniciativa para combatir el narcotráfico.

La asociación entre el Consejo y la policía militar permitió colocar agentes de policía en los vecindarios. Estos funcionarios viven en hogares proporcionados por el municipio, de modo tal que se puedan integrar a la comunidad.

“La experiencia mostró que sí funciona, porque logramos evitar la formación de territorios de uso de drogas”, dijo Magno Bollman, alcalde de São Bento do Sul. “Hay todavía incidentes puntuales, pero no han surgido grupos de adictos, porque el ir y venir de policías en el área tiene un efecto disuasivo”.

Cinco vecindarios ya han adoptado el sistema. La alcaldía espera extender el programa a otras áreas, con integración de la policía civil y militar, bajo la coordinación del Gabinete de Gestión Integrada de la alcaldía.

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Descargar La visión de los municipios brasileños sobre la cuestión del crack del Observatorio del Crack de la Confederación Nacional de Municipios (CNM).