narcoterrorismo (1)El Diario-. Dos mayores de la Fuerza Aérea de Perú fueron asesinados ayer con armas de largo alcance cuando operaban un helicóptero; un día anterior, el Comandante de Ejército del Perú resultó severamente herido, en las márgenes del río Apurimac.

En los hechos producidos en la región de Apolo murieron tres uniformados y un médico. A partir de ese caso, unidades especializadas de lucha contra el narcotráfico de Bolivia y Perú acordaron emprender operativos conjuntos para combatir el flagelo tanto en producción como tráfico de cocaína en zonas fronterizas declaradas en emergencia.

De acuerdo con la información ofrecida por el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, la regional de la Organización de Naciones Unidas con sede en Lima, Perú, ha detectado un intenso tráfico de narcóticos entre la selva de Vrae, con dirección al este, para llegar a territorio boliviano y luego cruzar hacia Brasil, que es el destino final de la cocaína que transita por los tres países.

La selva del Vrae es utilizada por los narcotraficantes para el despegue de sus aviones, en cuatro operaciones por día, estimándose que las millonarias cargas de cocaína son destinadas a Brasil en tránsito por Bolivia.

La prensa peruana reveló información procedente del Ejército peruano, donde explican que dos oficiales de rango fueron asesinados cuando cumplían una misión de rescate de tres personas heridas en medio de la selva, al ser alcanzados por disparos de grueso calibre desde una columna de narcotraficantes.

La zona del valle de los ríos Apurímac y Ene -más conocido como el valle de Vrae- se ha convertido en la principal zona de emergencia ante el asesinato de los mayores de la FAP, Ángel Vejarano Pacheco y Jorge Sánchez Pérez, según confirmó el ministro de Defensa, Rafael Rey. En el ataque del día anterior también resultó herido el comandante del Ejército Peruano, Edwin Pasquel, con una fractura de clavícula. Para el ataque, habrían empleado armamento de larga distancia, presumiblemente ametralladoras.

Similares hechos se produjeron el 19 de octubre en la región de Apolo, a raíz de los cuales, la Policía peruana ha establecido un escudo de seguridad fronteriza para evitar la fuga de los delincuentes desde territorio boliviano.

“Estamos trabajando con la Policía Antinarcóticos del Perú, la Dirección Nacional Antidrogas y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico de Bolivia”, explicó Cáceres.