Verónica Peñasco era jefa de Prensa de radio San Gabriel, y Víctor, su hermano, periodista de radio Pachaqamasa. El sábado ninguno atendía el teléfono. Cuando los familiares movieron el dial para escuchar el programa que hacían y no salieron al aire, supieron que algo estaba mal.
– Decidimos salir a buscarlos. Los encontramos en la morgue- dice Marcelino, el otro hermano.
El viernes 24 habían salido juntos a hacer un reportaje periodístico. Y terminaron siendo protagonistas de una investigación judicial. Los encontraron a tres cuadras de su casa en la zona Franz Tamayo, en el Distrito Municipal 4 de El Alto, Bolivia. Los asesinaron la madrugada del sábado. Murieron por asfixia, estrangulados.
– ¿Cómo puede ser que pierda dos hijos en un segundo? – se preguntaba Don Mariano.
El mayor Oswaldo Fuentes, jefe de la División Homicidios, de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), dijo que ambos homicidios pueden tener relación con una de las dos bandas de “cogoteros” que detuvieron el sábado. Una de las tres que capturaron en las últimas semanas.
Los cogoteros levantan a pasajeros del transporte público durante la madrugada -entre las 4 y las 6- para luego estrangularlos con una chalina. A mediados de febrero la FELCC detuvo a “El Negro” uno de los cabecillas de estos grupos que operaba desde hace dos años en cuatro minibuses y cuatro taxis en la ciudad de El Alto, y que asesinó con esta metodología a 79 personas.
El sábado 25 de febrero, cayeron otras dos bandas. Una estaba liderada por una mujer: Tania Sandoval; a la otra la integraban cinco personas y entre su armamento detectaron dinamita. Ahora se investiga si alguna de estas dos está vinculada con la muerte de los periodistas.
– Nada está descartado, esto se debe investigar. Pero por el modus operandi puede ser que estos sujetos hayan sido los autores, pero no se encontraron pertenencias de los periodistas entre lo incautado -dijo Fuentes.
La muerte de Verónica y Víctor, que se enmarca dentro de otras decenas de asesinatos de este tipo, abrió un debate político y penal. En Bolivia se discute endurecer las sanciones contra los cogoteros. Los dirigentes del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) citará a una reunión a Senadores y Diputados para que aprueben la pena de muerte en el país. La dirigente de los comerciantes minoristas de La Paz, Amanda Cuaquira, se sumó al pedido porque dice que miembros de ese sector son las víctimas preferidas de los delincuentes.
Para Norma Piérola, Diputada de la oposición, estas decisiones implementarán la Ley del “ojo por ojo y diente por diente” y sugirió considerar la cadena perpetua, de por vida. En La Paz, se realizaron sondeos de opinión. Algunos vecinos pidieron la modificación del Código Penal para endurecer las penas, otros acusaron a la Policía de no luchar contra la delincuencia. En El Alto, donde se registra el mayor índice de muertes a manos de cogoteros, los entrevistados apoyaron la pena de muerte y coincidieron en que no hay trabajo de prevención.
La Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, presidida por el oficialista Carlos Aparicio, recomendó a la Fiscalía General dar celeridad a las investigaciones para esclarecer la muerte de los dos periodistas y comenzar a trabajar en un proyecto para fortalecer la seguridad ciudadana.
Resumen de noticias de Diarios de Bolivia.
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