hondurassssssCosecha Roja-. Ayer, Marco Tulio Leverón Peña estaba entrando su ganado. Tenía 55 años y era vicealcalde de La Masica, una ciudad de 36 mil habitantes del departamento de Atlántida, en Honduras.

Era martes a las seis de la mañana cuando recibió los diez disparos en todo su cuerpo. Sobre todo en la cara. En el caserío Pajuiles, aldea Agua Caliente, todavía no saben quiénes eran ni por qué lo mataron. Sólo saben que eran alrededor de cinco hombres fuertemente armados.

Los trabajadores de la hacienda escucharon los disparos y fueron a ver. Ahí estaba, el cuerpo de su patrón, boca arriba, bañado en sangre.

“No tenía problemas con nadie, ni siquiera usaba armas, ni ingería bebidas alcohólicas. Él casi no venía acá por sus compromisos con la alcaldía, vino porque un muchacho se lastimó una mano y tenía que ayudar con el ganado. Mi padre nunca me dijo que había recibido amenazas, siempre hablaba con nosotros, salía en su vehículo o su motocicleta, era un hombre tranquilo que no se metía con nadie”, contó Edy Leverón, el hijo del vicealcalde.

El cuerpo fue trasladado a Santa Fe, en el departamento de Ocotepeque, de donde era oriundo el Leverón. El hombre vivía en San Juan Pueblo, Atlántida, y trabajaba con el alcalde Juan Ángel Pinto Cruz. Y estaba gestionando el proyecto de electrificación en la aldea Agua Caliente.