hospital mosconiEl Tribuno Salta.-

La jueza de Familia, María Vargas, de Tartagal, en cuyo juzgado se tramitan las actuaciones por el caso del intento de robo de una beba que fue dada a luz por una niña wichí y que fue denunciado por el director del hospital de General Mosconi, el pasado 17 de febrero, citó a declarar a dos mujeres, una de ellas es una antropóloga tartagalense.
En tanto la otra acusada, sería de apellido Abraham. Ambas fueron reconocidas por una enfermera de ese centro asistencial como las que intentaron llevarse a la beba recién nacida. Abraham se presentó en forma voluntaria ante la jueza, pero la antropóloga fue conducida por la fuerza pública ya que se negaba a comparecer.

El expediente se tramita también en ámbitos de la justicia penal, por lo que el juez de instrucción Nelso Aramayo, pidió la detención de un hombre identificado como Amado Frías (25), residente en Santa Victoria Este, y quien habría dejado embarazada a la menor wichí, por lo que sería acusado por el abuso sexual con acceso carnal.

La niña aborigen, de 12 años dio a luz a una bebita totalmente sana y con un peso superior a los 3 kilos, en una alejada comunidad del Chaco salteño ayudada por sus padres. Su familia se encontraba en una finca distante a 50 kilómetros al este de General Mosconi, trabajando en una cosecha.
El pasado 15 de febrero fue trasladada por dos enfermeros que trabajan para una empresa agroganadera de la región, hacia el hospital de General Mosconi, donde fue asistida.
El gerente del hospital Mosconi Enrique Urueña relató a este medio que el domingo 17 durante el horario de visitas a los pacientes internados, llegaron dos mujeres a ver a la pequeña parturienta.
La presencia de ambas resultó extraña para la enfermera de guardia para quien no pasó desapercibido el hecho de que las mujeres dialogaran durante varios minutos con el padre de la niña- madre aborígen.

Enojada y firme en su propósito

“Cuando vió que las dos mujeres se dirigían a la sala donde la chica y su beba recién nacida estaban descansando, la enfermera les llamó la atención y en forma inmediata me llamó por teléfono, ya que yo me encontraba en General Ballivián. Me advirtió que querían llevarse a la beba y que una de ellas se mostraba muy enojada y firme en su propósito. Regresé a Mosconi y me dirigí hacia la comisaría a formalizar la denuncia”, había manifestado el médico Urueña.
La jueza que entiende el caso posee una larga trayectoria dedicada a desbaratar organizaciones que operaban en la zona entregando recién nacidos, hijos de mujeres muy pobres, mediante adopciones irregulares.
Asimismo y según lo confirmó a El Tribuno la magistrada: “el cacique aborígen Indalecio Calermo se hizo cargo de la menor y su beba y ofreció que permanezca viviendo en su comunidad Misión La Mora al cuidado de una de sus hijas que es agente sanitario; fue una actitud muy loable de parte del dirigente”.