Cosecha Roja.-

Confirman prisión perpetua para el ex sargento Jorge González y el ex cabo Víctor Dos Santos, condenados por la desaparición, tortura y asesinato del albañil Andrés Núñez. Los ex agentes de la Policía cometieron el crimen el 28 de septiembre de 1990, hace 22 años, en la Brigada de Investigaciones de La Plata. Hasta hace menos de un mes, el ex comisario Luis Raúl Ponce estaba prófugo de la justicia.

La Sala II de Casación Penal ratificó la pena máxima por los delitos de privación ilegal de la libertad, en concurso ideal con torturas seguida de muerte, para González, y por este último delito, para Dos Santos.

Raúl Alberto Peralta, de 57 años, vivía con su familia en Junín de los Andes. Llegó a esta pequeña localidad a principios de los noventa. Se mostró como un hombre tranquilo, padre responsable y esposo dedicado. Sus vecinos jamás se imaginaron que era un ex policía prófugo de la justicia.  Su verdadera identidad se reveló la semana pasada, cuando fue detenido porla Policía de Seguridad Aeroportuaria cerca de Bariloche, después de un tiroteo. A sus amigos y conocidos la noticia les cayó como un baldazo de agua fría: Peralta, el hombre de familia, no era la persona que ellos conocían. Se trataba del ex comisario Luis Raúl Ponce, uno de los dos prófugos por el crimen del albañil Andrés Núñez, torturado el 28 de septiembre de 1990 en La Platapor policías de la Brigadade Investigaciones.

La detención de Ponce, buscado desde hace 22 años, fue producto de un error. Un vecino lo denunció creyendo que se trataba de otro fugitivo. La policía iba detrás de César Heriberto Peralta, un ex comisario santafesino, también de 57 años, que estaba prófugo por 29 causas de tortura, homicidio y muerte durante la última dictadura militar. Por su captura se ofrecían 100 mil pesos de recompensa.

El 16 de agosto, Ponce viajaba junto a su esposa y una sobrina desde Junín de los Andes a Bariloche en un Fiat Palio Weekend, para cambiar las gomas del auto. Notó algo raro en el camino y, unos metros antes de llegar a un control policial, hizo bajar a su esposa y a la chica. Cuando un policía trató de acercarse, Ponce giró el vehículo y salió a toda velocidad por la ruta nacional 40 hacia Neuquén.

En la persecución, los agentes dispararon a las ruedas. El ex comisario se bajó del auto e intentó huir, pero los policías le dieron dos balazos en una pierna y otro en un brazo. Cuando chequearon los datos, se dieron cuenta de que estaban al frente de Luis Raúl Ponce, uno de los policías que el 28 de septiembre de 1990 torturó y asesinó a Andrés Núñez. Ese día, el albañil de 30 años, que vivía con su esposa y su hija, desapareció de su casa de Villa Elvira, en Ensenada.

A Nuñez, los uniformados lo acusaban del robo de una bicicleta. Lo trasladaron a la sede de la Brigada de Investigaciones deLa Plata, donde lo sometieron a torturas para que se declarara culpable del hurto. Lo golpearon y le cubrieron la cabeza con una bolsa de nylon hasta asfixiarlo.

En 1992, el ex juez Amílcar Vara ordenó la detención de todo el personal que estaba de guardia esa noche. Andrés seguía desaparecido y los procesados quedaron en libertad. Tiempo después, Vara fue destituido tras un jury de enjuiciamiento. Se le comprobaron irregularidades en 26 causas distintas en las que estaba involucrado personal policial, una de ellas era la de Miguel Bru.

La familia de Andrés no supo de su paradero hasta 1995. Ese año, cuando la investigación ya estaba en manos del juez penal Ricardo Szelagowski, el policía Víctor Andrés Dos Santos confesó que el cuerpo del albañil había sido calcinado y enterrado en un campo de la localidad bonaerense de General Belgrano, propiedad de un primo del ex policía Gerez.

Jorge Alfredo González, otro agente involucrado en el crimen, fue detenido a finales de octubre del 2005 en un taller mecánico de la provincia de Córdoba. Meses después, a Dos Santos lo capturaron en Adrogué, partido de Almirante Brown, donde vivía y trabajaba como “pai umbanda”.

En diciembre del 2010, González y Dos Santos fueron condenados a prisión perpetua. Pero quedaban pendientes dos capturas. Con la detención de Luis Raúl Ponce, se abre una esperanza para los familiares y amigos de Andrés Núñez que siguen reclamando justicia: “Cuando me enteré de la noticia, llamé a Mirna, la esposa de Andrés. Ella no lo podía creer. Fue una gran alegría. Ha sido una lucha compartida. Cuando te involucrás tanto en una causa, sentís que es propia. Estamos convencidos de que la captura de Ponce es un gran paso. Después de tantos años, se está haciendo justicia”, dice Rosa Bru, presidenta de la Asociación Civil Miguel Bru.

Ponce está detenido en el hospital zonal de Bariloche y en pocos días será presentado ante la justicia penal de La Plata.“Esperamos que los jueces tengan conciencia y le den prisión perpetua. El crimen de Andrés no puede quedar impune”, reclama Mirna Gómez, la viuda de Nuñez.